
La expresión economía feminista empezó a utilizarse a principios de la década de 1990 como análisis posible de toda la economía desde un punto de vista feminista. Esta corriente heterodoxa de la economía enfatiza los orígenes y los efectos de las distintas desigualdades de género y su conexión con la economía. A su vez, recoge los antiguos debates sobre el trabajo doméstico y su participación en la reproducción de la fuerza de trabajo y, por tanto, en la «producción de plusvalía» (Carrasco, 2017)[1]. Para ello incorpora y desarrolla conceptos analíticos específicos como la división sexual del trabajo, la organización social del cuidado y la «economía del cuidado» (Rodríguez, 2015)[2].
Ana Gamarra Rondinel[3]
La economía feminista es una corrienta que cuenta con un cada vez mayor desarrollo e implementación. Sus postulados han generado una fuerte crítica a la teoría neoclásica – hoy paradigma dominante en la disciplina– por su sesgo androcéntrico basado en el homo economicus, la productividad y el consumo. En su lugar, propone poner la vida en el centro y contemplar otro tipo de necesidades como las fisiológicas, los afectos, los cuidados y los vínculos sociales, que también forman parte de la economía. “El objetivo del funcionamiento económico desde esta mirada no es la reproducción del capital, sino la reproducción de la vida. La preocupación no está en la perfecta asignación, sino en la mejor provisión para sostener y reproducir la vida. Por lo mismo, la economía feminista tiene como una preocupación central la cuestión distributiva. Y en particular se concentra en reconocer, identificar, analizar y proponer cómo modificar la desigualdad de género como elemento necesario para lograr la equidad socioeconómica.” (Rodríguez, 2015:3) “Pero teniendo en consideración un aspecto que normalmente no es tenido en cuenta, a saber, la importancia de los cuidados en la idea del buen vivir: las necesidades humanas son de bienes y servicios, pero también de relaciones afectivas, emocionales y de cuidados” (Carrasco, 2017:22)
En esta línea, en los últimos años han surgido diversas asociaciones con proyectos de empoderamiento de las mujeres –sobre todo de aquellas en situación de especial vulnerabilidad– a través de programas de formación y acompañamiento. Un caso concreto es la Asociación Otro Tiempo que pasamos a desarrollar en las siguientes líneas[4].
Asociación Otro Tiempo
Otro Tiempo es una asociación civil sin fines de lucro, creada por mujeres comprometidas con un ideario feminista, ecologista y respetuoso con la diversidad cultural y social. Promueven el empoderamiento y liderazgo de las mujeres como agentes sociales y políticos de cambio, así como la lucha contra las violencias machistas. Trabajan sobre dos ejes transversales: la participación ciudadana y la igualdad de género. Y tienen cinco áreas de actuación: el empoderamiento feminista, la educación para la paz y la convivencia, la inserción socio laboral, la participación e incidencia política y, por último, la gestión cultural con perspectiva de género.
Entre sus actividades destacan los talleres y cursos que incorporan de forma transversal la perspectiva de género, para todo tipo de públicos, especialmente a mujeres víctimas de violencia de género. Uno de estos es el titulado ‘Procesos de empoderamiento’. En él facilitan un espacio de reflexión donde entender las desigualdades en la socialización de mujeres y hombres y dotan de herramientas para la prevención de conflictos y la autodefensa. También, acompañan individualmente con tutorías individuales y sesiones de apoyo psicológico a mujeres que sufren los efectos del maltrato o que están en situaciones de riesgo.
La formación en el espacio digital, básico para relacionarnos y acceder a puestos de trabajo en la actualidad, encuentra su hueco en otros dos talleres. ‘Combatiendo la brecha digital’ busca acabar con el estereotipo de que las mujeres tenemos dificultades para relacionarnos con herramientas informáticas y romper con el aislamiento que provoca la dificultad para manejar redes sociales y navegar por Internet de manera segura. Así mismo, desde ‘Formación online’, promueven la reflexión y el debate en temas de actualidad relacionados a la agenda feminista.
Sus proyectos más destacados, más allá de los talleres, son ‘Otras oportunidades’, ‘Mujeres conectadas’, ‘Otro planeta’ y ‘Milhojas ecopapelería’. En ‘Otras oportunidades’ trabajan itinerarios de inserción socio laboral con mujeres y mujeres trans en situación vulnerable. Está dirigido a mujeres paradas de larga duración, migrantes, supervivientes de violencia de género, en situación de prostitución o mujeres con otras problemáticas sociales. Desde ‘Mujeres conectadas’ contribuyen al empoderamiento digital de mujeres madrileñas mayores de edad mediante su capacitación en el uso de las nuevas tecnologías y de internet. Este proyecto se organiza alrededor de 3 procesos formativos en 3 distritos de la ciudad de Madrid (Puente de Vallecas, Centro y Tetuán).
Por su parte, ‘Otro planeta’ es un proyecto de la Economía Social y Solidaria que nace para cambiar la vida de mujeres en riesgo de exclusión social y/o víctimas de violencia de género. A través de la actividad del reciclaje del aceite usado de cocina, se generan puestos de trabajo que las ayudan a rehacer sus vidas a través de un proceso de integración socio laboral, realizando además una labor de sostenibilidad y trabajando en pro de la mejora del medio ambiente.
Sucede igual con ‘Milhojas ecopapelería’. Es una cooperativa de mujeres que trabaja por la preservación del medio ambiente y la reducción de las desigualdades sociales y de género existentes. Para ello, promueven el uso de productos ecológicos, el reciclaje, un modelo de consumo responsable y el empoderamiento de las mujeres a través de la creación de puestos de trabajo dignos y estables.
La Economía Feminista avanza
La Economía Feminista pretende resolver distintas
desigualdades de género dentro del marco de una economía más humana. Por ello,
es sustancial apostar por proyectos como los de la Asociación Otro
Tiempo que ayuden al empoderamiento de las mujeres.
[1] Carrasco, Cristina (2017), La economía feminista. Un recorrido a través del concepto de reproducción, Ekonomiaz, Nº 91.
[2] Rodríguez, Corina (2015), Economía feminista y economía del cuidado, Nueva Sociedad No 256, ISSN: 0251-3552.
[3] Miembro de Women in Economics (WinE), European Economic Association.
[4] También existen otros colectivos en España que ejercen el feminismo desde distintos ámbitos y realidades: Desmontando a la Pili, Pandora Mirabilia, Equipare, Pikara Magazine, Lannas, Juntas Emprendemos, Tangente, LabCoop. En América Latina encontramos la Red Latinoamericana de Mujeres Transformando las Economías (REMTE) y el Grupo de Género y Macroeconomía de América Latina y el Caribe (GEMLAC).
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