
Sufre mala prensa, pero tengo simpatía por esta expresión. Tal vez es porque me viene a la mente un apreciable programa de radio, pero no solo por eso. Hablar por hablar también -sobre todo- es hablar por el puro gusto de hacerlo, de comunicarse, que es para lo que principalmente sirve el verbo. Más allá del contenido (que no digo yo que no tenga importancia), entrar en contacto con el otro, con los otros. Hablar es el primer paso para el conocimiento.
Entenderán que, con estas querencias, encontrar este cartel en una ciudad mexicana me llenara de entusiasmo. Para el diccionario normativo, “cotorrear” es “hablar con exceso y con bullicio”, pero no siempre hay que hacer caso a la norma. Cotorrear es hablar por placer, comunicarse por puro gusto. Si un pueblo que tiene tan buen trato con las palabras, que habla tan bien y tan amablemente, te anima a cotorrear, pues ¡ándele, no se me resista!
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