Ya está disponible el nº 305 de alandar, que dedica una parte importante de su contenido al periodismo desde diferentes ámbitos. El tema de portada alude esta vez al periodismo de guerra, una profesión necesaria, arriesgada y, a menudo, maltratada, que insiste en subsistir para dar testimonio del horror allá donde el resto no podemos o no queremos llegar. Una profesión necesaria para que, como dice Ramón Lobo en la entrevista que incluimos, podamos ponernos junto al reportero o reportera del lado de las víctimas desde la honestidad.
Con mucha alegría anunciamos el regreso en este número de alandar de nuestro querido José Luis Cortés, que nos ofrece la sección Placer autoherético. En ella, con sus inconfundibles viñetas y textos, nos recuerda que “herético”, en griego, significa “el que elige”.
Además destacamos algunos de los contenidos de la revista este mes:
En el número de febrero encontrarás también una revisión particularmente interpeladora de los diez mandamientos, que señala con dureza todas las veces que las personas con responsabilidad, de manera hipócrita y alejándose del mensaje de Cristo, incumplen las normas básicas de respeto y convivencia entre los seres humanos. «No cometerás adulterio adulterando la realidad creando una crisis mentirosa»…
Recordamos también a Manuel de Unciti, que falleció a principios de año. Sacerdote, escritor, colaborador de diversas revistas religiosas y, sobre todo, fundador de la Residencia Azorín para estudiantes de periodismo.
Publicamos en este número también una entrevista con Francisco Lorenzo, Coordinador de Estudios de Cáritas y FOESSA que participó en el Foro Gogoa. “Preferimos crecimiento a desarrollo, creyendo que tener más es mejorar”, fue una de sus ideas clave.
De Jaén nos llega, para la sección Rescatar personas, el testimonio de dos de las personas voluntarias que atienden, en sus muchas necesidades y precariedad, a los temporeros inmigrantes que llegan a su región para la recogida de la aceituna.
Expedita Pérez, misionera comboniana que trabaja en El Cairo con personas refugiadas que llegan de Sudán, nos habla de la persecución que sufren las personas cristianas en Egipto, país sumido en la incertidumbre política y la fractura social.
Recordamos también la difícil situación en la que ha quedado gran parte de la población filipina tras el paso del tifón Haiyán, especialmente los niños y niñas, el sector más vulnerable y que, sin embargo, se verá obligado a tirar de su grandeza y sus recursos personales para salir adelante y seguir sonriendo.
¡¡Todo esto y mucho más podrás encontrar en nuestra revista…!!
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