Lo pequeño es hermoso, a veces

quepunto1-6.jpgFue Ernst Friedrich Schumacher, economista anglo-alemán, quien hizo de la expresión “Lo pequeño es hermoso” no sólo el título de uno de sus libros, sino también la síntesis de su filosofía económica.

Schumacher defendía un acercamiento de las estructuras económicas al territorio y a la sociedad, de tal forma que las personas puedan ser más soberanas sobre sus propios recursos y sobre sus propias vidas. La ecología política ha asumido plenamente este principio y lo sitúa como una de las prioridades para afrontar la crisis ecológica de nuestro tiempo. Lo pequeño no sólo es hermoso para “empoderar” a las personas, sino que también lo es para asegurar suministros de todo tipo a nivel local, sin depender del transporte, sobre todo del transporte de largas distancias, y afrontar así las vicisitudes que el aceleramiento del cambio climático vaya presentando. En la medida en que las estructuras económicas, los núcleos de decisión, se alejan del común de los mortales, el imperativo de cualquier ética se diluye y campean a sus anchas los buscadores de un dorado cada vez más dorado, a costa de lo que sea. Los paraísos fiscales, por ejemplo, como auténticos refugios de piratas, se escapan de cualquier control ético-político porque se mueven en un magma de no ética y de no política, como es el espacio internacional. En espacios como éstos se decide el destino de millones de personas. Evidentemente, los buscadores de un dorado cada vez más dorado no van a renunciar a estas fuentes de ingentes riquezas. Una economía más pegada al territorio y las gentes que habitan en él, es una economía más ética, más cercana a las necesidades reales de las personas y más acorde con los propios recursos naturales y humanos disponibles.

quepunto2-6.jpgSin embargo, este planteamiento encuentra puntos de conexión con el nacionalismo y el proteccionismo. Un nacionalismo exacerbado es letal para cualquier grupo humano porque lo ahoga en la endogamia y en el ensimismamiento, focalizando en todo ser extraño a esa identidad el chivo expiatorio de todo mal. Algo parecido ocurre con el proteccionismo económico. Una cosa es profundizar en la soberanía de las gentes sobre sus propias vidas y sus propios recursos naturales y otra muy distinta es crear economías ficticias y corruptas hasta la médula. Por eso lo pequeño no siempre es hermoso. La apuesta clara y decidida de nuestro tiempo debe seguir la propuesta de Schumacher con una esmerada vigilancia en evitar esas dos desviaciones: el nacionalismo exacerbado y el proteccionismo. Lo pequeño será hermoso si el indicador de la huella ecológica, con todo el perfeccionamiento que se pueda ir incorporando, va clarificando cada vez más cuál es la carga poblacional más adecuada para cada territorio. Así, podremos constatar qué territorios andan superpoblados y cuáles admiten un incremento de población. Una vez conocida esa horquilla óptima de población, los siguientes retos son la consecución de una sociedad abierta, no endogámica, no xenófoba, a la vez que la consecución de una economía igualmente abierta pero gobernada. La pugna entre el capitalismo y el comunismo nos hizo creer que esta propuesta es incongruente e impracticable.

quepunto3-5.jpgEl Estado del Bienestar, especialmente en los países escandinavos, ha sido un ejemplo histórico de que este tipo de balance no sólo es posible sino que, además, es más que deseable. La globalización bajo el paradigma ultraliberal que estamos sufriendo en la actualidad está demostrando que lo que necesita ser universalizado es el modelo escandinavo, con la corrección ecológica y con la estructuración de una gobernanza global que impida la ausencia de la ética y de la política en cualquier esfera de la vida humana. Por eso los europeístas decimos que la Unión Europea es más necesaria que nunca. No porque la UE deba ser el centro del poder político en Europa, sino porque es el marco legal, democrático y redistributivo fundamental para que estos tres aspectos puedan ser una realidad hacia abajo, en los niveles estatal, regional y local. Sí, lo pequeño es hermoso, pero si los pequeños no se articulan en una red con los que comparten un mundo de valores similar, los pequeños acabarán siendo devorados por los tiranos de cada momento. Esa red es la UE en Europa y desde ahí debemos seguir presionando para que en un día no muy lejano haya otra red similar a escala planetaria y lograr, como digo, que no exista ni un solo hueco para la explotación, la impunidad y el abandono más absoluto.

quepunto4-2.jpgLo pequeño es hermoso si sabemos dónde están sus peligros y somos capaces de acotarlos y superarlos. Es hermoso que una comunidad decida si quiere o no que una multinacional se instale en su territorio, que sea libre como para poder decir que no y, en el caso de que decida decir que sí, que pueda establecer las condiciones que considere oportunas. Es horroroso que una comunidad asista impotente a lo que otros decidan hacer o dejar de hacer en su territorio, con sus recursos naturales y con sus propias vidas. En España estamos sufriendo las terribles consecuencias de ese “dejar hacer” con respecto al ladrillo. Se trataba de construir cuanto más mejor, nadie sabía muy bien para qué, aparte de para generar supuestamente mucha riqueza. Al final, esa supuesta riqueza ha dejado en la estacada, no sabemos por cuánto tiempo, a miles de personas y de familias, un territorio carcomido por tanto despropósito y una estructura económica que tardará años en reconvertirse. Y todo ello aderezado con otro engaño mucho mayor, que afecta a toda la humanidad, el de la crisis financiera. Lo pequeño será la solución si no se contamina de endogamia, de nacionalismo exacerbado, de proteccionismo, de miopía, de insolidaridad… pero es por lo pequeño por donde tenemos que explorar nuevas vías de solución, porque ya hemos vivido la experiencia de “lo grande” desprovisto de ética y de política y el resultado es el marasmo de gran parte de la humanidad que, para mayor humillación y rabia, no sabe contra quién dirigir su indignación.

Autoría

  • Alandar

    Algunos artículos son escritos por personas ajenas a Alandar a quienes pedimos colaboración por su experiencia, conocimiento de la materia, etc...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *