
En Colombia, la privatización del sector eléctrico, incluyendo la entrada de Unión Fenosa en el mercado, se llevó a cabo en medio de la fuerte oposición de los sindicatos a que se vendiera este servicio público. Después, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, trabajadores y comunidades afectadas han denunciado a Unión Fenosa por violaciones de los derechos humanos.
En la India, Coca-Cola tiene unas 49 plantas embotelladoras, muchas en zonas con problemas de sequía. Un ejemplo, en el pueblo de Kala Dera, del Estado de Rajastán, las autoridades declararon los recursos hídricos como «sobreexplotados» en 1998. Sin embargo, Coca-Cola construyó en 1999 una planta de embotellado. Desde entonces, los niveles de agua subterránea han bajado más de un 20%. El impacto en la población es dramático, ya que la mayoría son agricultores. Además, las mujeres tienen que recorrer distancias mayores para conseguir agua potable para sus necesidades básicas. La calidad de las aguas subterráneas también se ha deteriorado por la contaminación que genera la planta.
Cerca de Johannesburgo, en Sudáfrica, se encuentra la fábrica de acero más grande del África subsahariana. Pertenece a ArcelorMittal, una de las compañías más grandes del mundo en el sector del acero que opera en más de 60 países pero tiene su sede social en el paraíso fiscal de Luxemburgo. Su planta de Sudáfrica ha sido centro de reclamaciones a causa de la contaminación, el desplazamiento de comunidades locales y la degradación de los derechos laborales.
Son tan solo algunos ejemplos del impacto que muchas empresas multinacionales, con sede en países del Norte, tienen sobre la vida de las personas y sobre el medio ambiente de un extremo a otro del planeta, con mayor crudeza en los países del Sur; y sin que las víctimas tengan posibilidades de acceder a la justicia cuando se vulneran sus derechos o se expolian sus recursos naturales.
Campaña internacional
La European Coalition for Corporate Justice, una coalición que agrupa a más de 250 organizaciones de la sociedad civil de distintos países europeos, entre ellos España, ha lanzado la campaña Derechos para la personas, reglas para los negocios, con el objetivo de pedir a la Unión Europea reglas que controlen la actuación de las empresas europeas. En concreto:
Mayor responsabilidad. Asegurar que las empresas sean responsables de cualquier daño que causen a las personas y al medio ambiente tanto dentro como fuera de la UE.
Mayor transparencia. Asegurar que las empresas informen de manera detallada acerca de los impactos de sus actividades sobre las personas y el medio ambiente.
Mejor acceso a la justicia. Asegurar que los ciudadanos no europeos que sean víctimas de abusos por parte de empresas europeas, tengan acceso a la justicia en la UE.
Tú también puedes apoyar la campaña
Derechos para la personas, reglas para los negocios busca la implicación ciudadana: uno de sus objetivos es recoger más de 100.000 firmas para conseguir una legislación que obligue a las empresas europeas a ser más transparentes y a responsabilizarse de sus impactos negativos sobre los derechos humanos y el medio ambiente.
En www.derechosparapersonas.org puedes firmar una petición dirigida a la Comisión Europea. Encontrarás también más información de la campaña, así como investigaciones sobre casos concretos.
¡Porque las empresas europeas deben respetar los derechos humanos y el medio ambiente, con independencia de donde actúen!