
Dirección: Denis Villeneuve. Guión: Valérie Beaugrand-Champagne, Denis Villeneuve (adaptación del libro de Wajdi Mouawad). País: Canadá. Reparto: Lubna Azabal, Mélissa Désormeaux-Poulin, Maxim Gaudette, Rémy Girard, Abdelghafour Elaaziz, Allen Altman.
La historia de Incendies es brutal. Guerra, religión, familia, amor y un pasado desconocido que, de repente, se abre de par en par a dos hermanos que, a su pesar, van en su búsqueda. Una vez más, nos damos cuenta del daño que ha hecho y hace la ortodoxia religiosa, sobre todo si va mezclada (casi siempre es así) con asuntos económicos y políticos y de control de tierras y de recursos… de poder y de posesión… Y, desde luego, teniendo en cuenta que todas las religiones tienen algo de falsario y a la vez son parte de alguna verdad, con qué facilidad se nos manipula. Y, una vez más, no podemos sino entender a los disidentes, a quienes se rebelan, a quienes se salen de la ortodoxia -de los dogmas y de la tribu- y entender su sufrimiento. Y, de nuevo, se pone de manifiesto la espiral horrible de la violencia y las heridas que genera.
Volvemos a preguntarnos, ¿por qué a quienes pregonan una espiritualidad y una práctica religiosa liberadora se los «crucifica» y, sin embargo, los líderes religiosos y las estructuras que han creado alrededor nos han arrastrado tradicionalmente hacia una religión alienante y alienadora?, ¿no es cruel observar cómo la familia, en nombre de esos dogmas, honores de tribu y demás, abandona al hijo disidente y le niega el pan y la sal, el amor y el acompañamiento? En la película estas cuestiones se desarrollan en el Líbano (que se adivina aunque no se nombra), pero se viven en muchos lugares del mundo de diferentes maneras, también en Europa.
Ante todo esto, que pinta pesimista y desgarrador, sin embargo, hay una llama (siempre la hay, esa luz que alumbra hasta en lo más profundo de las tinieblas) que aporta algo de serenidad que acaso pueda parecer justicia. El dolor de saber mezclado con la paz de conocer. Y sí, otro lugar común que parece se cumpliera es la impresión de que, lamentablemente, los personajes crecen a golpes. De repente parece que los ves “unos centímetros más altos” y con “un par de arrugas más” tras un nuevo hallazgo.
El descubrimiento de una hermana y un hermano de su pasado y de sus raíces. Incendio interior rodeado de fuego externo.