La carrera hacia un nuevo acuerdo global que complemente al Protocolo de Kyoto en la lucha contra el cambio climático tendrá una nueva oportunidad este año hasta que, en diciembre, tenga lugar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Copenhague, donde vencerá el plazo para alcanzar un consenso internacional. La ruta trazada en la cumbre anterior –celebrada en Bali en diciembre de 2007– no se pudo cumplir al cien por cien en el último encuentro llevado a cabo en Poznan (Polonia), ni en las reuniones técnicas previas, donde se buscaron mecanismos legales, financieros y de cooperación para afrontar este fenómeno.
La Cumbre del Clima, celebrada en la ciudad de Poznan el pasado mes de diciembre, logró acuerdos sobre cooperación a largo plazo en materia científica, transferencia tecnológica e implementación y revisó detalles técnicos de los Mecanismos de Limpieza Ambiental (CDM), uno de los principales instrumentos existentes hasta ahora. Poznan permitió, asimismo, que algunas de las partes implicadas fijaran voluntariamente objetivos ambiciosos para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, como lo hicieron la UE, México, Australia y Brasil, entre otros.
Sin embargo, Poznan también dejó un sabor agridulce de insatisfacción en el ámbito internacional y, especialmente, entre las organizaciones ecologistas y la sociedad civil. Según el responsable en España del Programa de Cambio Climático de la Fundación Mundial Vida Salvaje (WWF), Heikki Willstedt, el nivel de ambición “ha sido bajo, y son los países desarrollados los que han hecho que se vaya a menos, al mínimo”.
Liderazgo en cuestión
Uno de los elementos que redujeron el alcance que podría haber tenido Poznan fue, según las ONG, la falta de liderazgo que, al no haber sido investido aún Barak Obama, podrían haber asumido los países europeos, pero no fue así. “Se espera a que llegue EE.UU. y tire del carro y diga cuál va a ser el rol de países desarrollados” afirmó Willstedt tras la cumbre, “y Europa dice que es líder pero no tiene ese rol”. La UE debería “haber aprovechado la oportunidad de ejercer su liderazgo y haber sido más valiente y menos egoísta. Parece que cada país miró por sus intereses y no hizo una propuesta valiente sobre todo con países en vías de desarrollo”.
Sin embargo, quienes están manteniendo una actitud de mayor compromiso y estuvieron a la vanguardia en Poznan, fueron los países latinoamericanos. Así, México realizó importantes propuestas en el campo de la mitigación y Brasil constituyó un ejemplo con su flamante plan nacional, que incluye una reducción de la deforestación en un 70% para los próximos diez años. También países como Chile, Ecuador y Colombia hicieron planteamientos con los que realizaron un importante aporte a la cumbre.
“Los latinoamericanos han sido más constructivos que los países desarrollados, como por ejemplo Japón, Canadá Australia y Estados Unidos y Unión Europea, que este 2008 fueron menos constructivos”, según el responsable de Greenpeace, pero “desgraciadamente, la situación del impacto del cambio climático es injusta” para los países empobrecidos del Sur. Quienes mayor daño causan al medio ambiente y agravan el cambio climático, los países más desarrollados, no son los primeros que reciben sus efectos. Más bien al contrario, los constantes huracanes en Centroamérica, México y el Caribe, la deforestación, la carencia de lluvias en algunas zonas y las inundaciones en otras afectan, una vez más, a aquellos que se encuentran más desfavorecidos.
“Los países en vías de desarrollo son los que reciben la primera oleada del cambio climático, con huracanes, desglaciación o sequía que afecta sus posibilidades de desarrollo”. Esto provoca frustración y una especie de ‘esquizofrenia’ porque quienes lo sufren y no tienen tanta capacidad para reaccionar ante ello, “piden ayuda a quienes lo provocan y, éstos, hacen oídos sordos”.
Camino a Copenhague
De camino a la capital danesa, los países tienen por delante tres reuniones técnicas. Ya hay fechas para las dos primeras que se celebrarán en Bonn (Alemania) –sede de la Convención– en abril y junio respectivamente. Aún está pendiente fijar fecha y lugar para la tercera, que tendrá lugar entre septiembre y octubre. En los próximos meses lo que queda pendiente son los acuerdos sobre el alcance financiero y la forma en la que se gestionará el Fondo de la ONU para adaptación al cambio climático en los países empobrecidos del Sur, un mecanismo que ya existe pero que se quiere mejorar.
Los 183 países que suscribieron de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático aspiran a que el Protocolo de Kyoto –aprobado en 1997– sea adecuado para su segunda fase futura que inicia en enero de 2013 y que precisa, no sólo las metas, sino los mecanismos para alcanzarlas. Movimientos sociales, organizaciones ecologistas, ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo, están pendientes de lo que sucederá en los próximos meses y de lo que pasará a finales de 2009 en la capital danesa.
Cambia el tiempo
Nunca antes la humanidad se ha enfrentado con una crisis ambiental de la magnitud del Cambio Climático. Si no actuamos urgentemente las consecuencias serán irreversibles y afectaran a las futuras generaciones durante cientos de años. La temperatura media de la superficie terrestre ya ha subido más de 0,74ºC en los últimos 100 años. En Europa este aumento es de 0,95ºC y en España se ha incrementado en 1,5ºC en las tres últimas décadas. En algunas zonas, como la sudoriental (Murcia) subió 2ºC. Se prevé que aumente entre 1,1ºC y 6,4ºC para el año 2095. Este incremento de temperatura es el mayor de los últimos 10.000 años, al igual que la velocidad con que se ha producido, alterando el clima de manera que ya se pueden sentir los impactos asociados. (Fuente: Greenpeace)
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