Gimeno Ullastres es, como pocas personas en España, historia viva del Tercer Sector y, como casi ninguna, de la economía solidaria. Miembro de la junta fundadora de Economistas Sin Fronteras, fue también su primer presidente. Ha estado siempre en su patronato. Fue el primer director de la Revista Española del Tercer Sector, de cuyo consejo de redacción forma parte. Dirige el Programa de posgrado de la UNED sobre Gestión de Entidades sin ánimo de lucro y pertenece a varias organizaciones.
ESF no sólo es una ONG de desarrollo. Además de la cooperación y educación para el desarrollo, cuéntenos qué otras cosas hacen.
Trabajamos la economía social y solidaria en búsqueda de formas alternativas de hacer economía desde el desarrollo local de un territorio, basadas en la solidaridad y el empleo. Por eso tenemos el vivero de microempresas, la formación para emprendedores, la red Derecho a tener derechos y la participación en el Mercado Social de Madrid. En el área de responsabilidad social corporativa realizamos estudios de investigación, formamos y asesoramos a otras organizaciones, participamos en redes y plataformas para la promoción de la banca ética, apoyamos el desarrollo de las microfinanzas y otras iniciativas para reducir la exclusión financiera… En cuanto a la sensibilización, común a todas las áreas, somos conscientes de que necesitamos concienciar a las personas para generar los cambios necesarios en las estructuras económicas y sociales que permitan que sean justas y solidarias.
En la práctica, ¿cuáles son los pasos del programa Vivero de Microempresas?
El objetivo nunca ha sido de fomento del autoempleo o crear microempresas en sí, sino que las personas que lo decidan emprender como vía de inserción social lo hagan con conocimiento de causa, minimizando los riesgos y consolidando una vía de integración social.
¿Qué éxitos destacaría del mismo?
Parte del éxito de esta iniciativa está en el intento de acercar en la práctica y desde el “aprender haciendo” los valores de la economía social y solidaria a sectores a los que a veces no llegaba. Hay que destacar la herramienta del emprendimiento con valores como un elemento de transformación social que construye otra economía desde abajo.
¿Cuál es el objetivo de su programa de formación?
Apoyar y fortalecer un sistema de autoempleo sostenible para los emprendedores que redunde en una mejora suya y de sus familias y la sociedad. Promulgando unas relaciones de producción, distribución, consumo, y financiación justas desde lo local basadas en igualdad, participación democrática, inteligencia colectiva, reciprocidad, cooperación y ecología.
¿Qué hay que hacer para acceder a él?
El programa está dirigido fundamentalmente a población migrante o desempleada. En caso de no cumplir con el perfil tenemos un sistema de derivaciones a entidades públicas que les atenderán.
La red Derecho a tener Derechos parece tener mucho sentido pero… ¿ha tenido mucha repercusión?
Las campañas principales han sido reclamar el cierre de CIES (centros de internamiento de extranjeros) y exigir la sanidad pública universal (principalmente, derogar el Real decreto 16/2012 fundamentado en la exclusión sanitaria). El impacto es difícil de medir pero opinamos que es importante estar denunciando esto.
Del Mercado Social hemos hablado alguna vez en alandar. Parece una iniciativa tan real como sostenible y en aumento. ¿Por qué cree que está funcionando?
Su éxito radica en que son iniciativas de emprendimiento que no compiten y que ponen a la persona en el centro respetando sus derechos y fomentando su autorrealización personal. Avanza con mucha ilusión y se está articulando en paralelo, trabajando conjuntamente en muchos territorios, por lo que tiene un futuro prometedor.
Ustedes abogan por «políticas económicas coherentes con el desarrollo, que respondan a nuevas formas de entender la economía, pero también la vida». ¿En qué consiste eso?
Pues que hay que poner a la persona en el centro, incorporando en la concepción de la economía el cuidado de descendientes y ascendientes, la sostenibilidad del entorno, las relaciones sociales, otras aproximaciones relacionadas con el buen vivir, la sustitución de índices que miden el crecimiento económico como reflejo del bienestar por otros que tengan en cuentan las dimensiones que afectan realmente a la vida…
¿Son compatibles esas políticas con la economía neoliberal de mercado que rige el mundo?
Las políticas neoliberales han sido calificadas, desde los movimientos sociales pero también desde el ámbito académico, como “antipersona”. La economía por la que apostamos, la que pone la persona en el centro, no se puede dar en una economía neoliberal como la actual. Apostamos por una economía colaborativa y solidaria, que es la antítesis del individualismo y el acento en el beneficio privado insolidario. Debemos sembrar, dar ejemplos y promover proyectos que demuestren que otra economía no solo es posible sino que ya está en marcha.
¿Cómo se pueden poner en práctica? ¿Desde la revolución social? ¿Mediante las urnas? ¿Con el liderazgo del Tercer Sector?
Desde ESF creemos que la erradicación de la pobreza y la consecución de un desarrollo humano sostenible pasan por exigir cambios en el actual modelo económico. Todas nuestras actuaciones pretenden “promover la universalidad de los derechos humanos, especialmente de los derechos económicos, sociales y culturales” y “contribuir al cumplimiento de los ODM en el plazo establecido por la Comunidad Internacional”. Los cambios tienen que ser impulsados desde muchos frentes, de la movilización social, el tercer sector, las universidades y centros de estudios… y los partidos políticos tendrán que ser los que los implementen.
¿Están ustedes en otras redes? ¿Cuál de ellas podría o debería ser clave en los próximos años?
El trabajo en red es fundamental, como lobby en algunos aspectos, pero también para aprovechar sinergias. Pero es difícil el trabajo conjunto entre pequeñas y grandes. Por destacar algunas en las que estamos nosotros, estamos en la campaña contra el TTIP (http://noalttip.blogspot.com.es/), preocupados por el Tratado Transatlántica de Comercio e Inversión (también conocido como Tratado de Libre Comercio Transatlántico o TAFTA) y el Tratado Unión Europea con Canadá (Comprehensive Economic and Trade Agreement – CETA). También estamos en la plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD) (http://auditoriaciudadana.net/). Y en la Plataforma 2015 y Más: once ONGD progresistas unidas para promover la participación ciudadana y la movilización social para demandar políticas coherentes con el desarrollo para todos los pueblos.
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