Nueces del jabón

Foto. ONG

Hace unos años mi sobrino Miguel, que sabe que soy una ecologista integrista, me pidió alguna idea para hacer una investigación en bachillerato, que luego recibiría el primer premio del prestigioso Concurso de Jóvenes Investigadores españoles 2009. Entre las que le propuse estaba la de demostrar si las nueces del jabón (cáscaras de nuez del Sapindus mukorossi, un árbol indio, que se venden en tiendas de comercio justo, por Internet y en establecimientos ecológicos) tenían capacidad detergente o eran el enésimo un engaño como las bolas con cerámica.

Los orígenes de la cultura de la limpieza e higiene personal datan de épocas prehistóricas. El ser humano primitivo ya utilizaba el agua para lavar, pero ésta no es un buen agente limpiador y por ello surgieron los jabones.

Durante siglos se sucedió la producción casera de jabón a partir de cenizas y grasas animales o vegetales, para progresivamente ir siendo sustituida por la producción industrial, a partir de álcalis (NaOH y KOH) y grasas. Con el tiempo se comenzaron a producir detergentes sintéticos que, aunque de origen distinto al de los jabones, ejercen frente a las grasas una acción similar a ellos. Tienen la ventaja de que pueden sintetizarse a partir de los derivados del petróleo, por lo que su costo es menor que el de los jabones.

Sin embargo, ya antes de descubrir la reacción de la saponificación, había pueblos que utilizaban vegetales que contienen jabones naturales llamados saponinas. Su composición química otorga propiedades detergentes puesto que consta de una parte lipofílica con la que unirse a la grasa y de otra hidrofílica que es el azúcar, por la cual se une al agua. El Sapindus mukorossi se supone uno de esos vegetales. Se trata de un árbol que crece en India y en Nepal, cuyo fruto contiene gran cantidad de substancia detergente en la cáscara. Allí se utilizan para el lavado desde tiempos remotos y actualmente se esta empezando a difundir como una alternativa ecológica y económica a los detergentes comerciales por todo el mundo.

Problemas medioambientales

Uno de los principales problemas ambientales ocasionados por los detergentes sintéticos está asociado a la utilización de fosfatos para combatir la dureza del agua. Los fosfatos son difíciles de tratar en los procesos de depuración de las aguas residuales, pasando a ríos y lagos. Éstos son la causa de la hipertrofia (exceso de crecimiento) de las algas, lo que produce la muerte de mares y lagos por falta de oxígeno.

Foto. Sabia Savia

Otra razón en contra de la utilización de fosfatos es que los depósitos naturales de fosfato (P) son muy limitados, en tanto que es un elemento muy importante para la agricultura. Su utilización desmedida en detergentes hace disminuir las reservas, que en caso de agotarse provocaría una catástrofe alimentaria a nivel global.

Miguel hizo varias pruebas en el laboratorio de química de su Instituto (el Rosalía de Castro, de Santiago de Compostela) y, a la vista de los resultados obtenidos, concluyó que la nuez de Sapindus mukorossi queda confirmada como un buen agente limpiador dada su propiedad tensoactiva y emulsionante, equiparable a la de un detergente sintético doméstico.

El beneficio medioambiental de la utilización de la nuez de Sapindus mukorossi no quedó demostrado, ya que no soluciona la cuestión de las consecuencias de la saponina en el agua, que no es inocua para los peces y animales de sangre fría. Yo añado que el beneficio medioambiental de la utilización de la nuez de Sapindus mukorossi tiene otro aspecto además del problema de la contaminación de las aguas: la diferencia entre el fuerte impacto ambiental de la producción de los detergentes sintéticos y la ligera producción de las cáscaras de nuez.

Lo que nos queda es poder plantar esos árboles localmente, para evitar tener que trasportar las nueces desde el Nepal, para minimizar el impacto ambiental. Desde hace cinco años en mi familia no utilizamos más que estas nueces para lavar la ropa en lavadora y sólo usamos un poco de detergentes de síntesis (mejor si son de origen vegetal que petrolquímico) con la que tiene que quedar muy blanca, o sea, casi nunca… pues lo que no tienen las nueces son todos los aditivos blanqueantes y espejantes que contienen los detergentes sintéticos. ¡Relajémonos de la “comedura de coco” del blanco más blanco y suave más suave!

Para más información:
http://www.nueces-de-lavado.es

Autoría

  • Alandar

    Algunos artículos son escritos por personas ajenas a Alandar a quienes pedimos colaboración por su experiencia, conocimiento de la materia, etc...

1 comentario en «Nueces del jabón»

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