Aquellas gentes del 68, a fuerza de realistas, pedían lo imposible, convencidas como estaban de que -bajo los adoquines- estaba la playa. Aunque malas lenguas, mal o poco informadas, dicen que el conformismo se expande, hay pruebas de que no es así. Hay gente que quiere el universo y lo quiere ya. Y no espera a levantar los adoquines, sino que lo dibuja y lo grita por las paredes.
Es gente artista, organizada, valiente, que, cuando nos arrebatan tantos derechos, no se conforma con mínimos, porque empequeñecer los deseos enaniza las sociedades: el universo y a la voz de ya.
Olvidaba decir que quienes están tras esta reivindicación son padres del barcelonés barrio de Gracia, que reclaman una escuela prometida, planificada, y repetidamente pospuesta por los poderes públicos.
“Queremos el Universo ya” escriben para exigir una escuela. No creo que quepa mayor precisión.
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