Durante este tiempo de confinamiento, y creo que puedo decir que desde su comienzo, las llamadas a la solidaridad y al compartir con quienes no tienen nada, con aquellos que dependían de las ventas callejeras, que no tenían papeles, con las empleadas del hogar, con quienes se han quedado sin ningún ingreso pero con todos los gastos fijos además de tener que comer… ha sido una constante. Estoy segura que cada una hemos ido respondiendo según hemos podido y de acuerdo con nuestras posibilidades, sintiéndonos solidarias y comprometidas con el bien común y sabiendo que no podemos dejar a nadie caído en la cuneta.
Desde hace ya más de un mes cientos, miles de personas en toda España están saliendo a los balcones a aplaudir a quienes se están jugando la vida por mantener con la misma a quienes se han visto afectados por el maldito coronavirus: médicos, enfermeras, personal de limpieza, cuidadoras… Hemos visto la importancia de tener una buena sanidad pública. Quizás, casi seguro, si no hubiéramos tenido todos los recortes que se han ido haciendo en los años pasados, la respuesta a la pandemia podría haber sido distinta, más ágil, más eficaz… Quizás hoy el número de muertos podría ser un poco menor.
Habrá momento para analizar todo esto y no es este el espacio para hacerlo, pero sí que me gustaría hacer una llamada a la responsabilidad social que todas tenemos.
Estamos en el momento de hacer nuestra declaración de la renta.Afortunados quienes tenemos que hacerla pues es señal de que tenemos algo que declarar. Enrique Lluch decía en Noticias Obreras, “el fraude fiscal y las prácticas corruptas han conducido al creciente arraigo de un tipo de racionalidad económica que hace querer pagar menos impuestos a un número creciente de contribuyentes”. Parece que quien más impuestos paga es el más tonto y el más listo aquel que más se escaquea.
Pues ahora nos toca ser coherentes y también solidarios. Es el momento de pagar nuestros impuestos, ahora más que nunca, lo que nos corresponda, sin escaquearnos. De estos impuestos saldrá la sanidad pública, la educación, la investigación, los apoyos a la dependencia, a las escuelas infantiles… el bien común, el Estado del Bienestar para todas y todos.
Es el momento de pagar nuestros impuestos, ahora más que nunca, lo que nos corresponda, sin escaquearnos
Y vuelvo al comienzo de esta Mecedora, no seré yo quien interpele la solidaridad en momentos puntuales o siempre, tanto a nivel personal del pequeño donante como la que algunas de las grandes fortunas hacen en momentos determinados ocupando grandes espacios en los medios, pero mucho más me gustaría que estas grandes fortunas no las tuvieran en paraísos fiscales y pagaran sus impuestos como ciudadanos responsables. Y aquí, lo que me vale para las empresas del IBEX35 también lo aplico al ciudadano medio, la gran mayoría de los contribuyentes. Somos contribuyentes porque contribuimos al bien común y este es el momento de llenar las arcas del Estado para después exigirles una distribución justa y en favor de las clases más vulnerables.
Y para acabar, no se te olvide señalar la casilla para fines sociales, “Hay un millón de razones para hacerlo”, señala el eslogan de la Plataforma de ONG de Acción Social, entidad que coordina la campaña “X Solidaria” .
Por favor: no te escaquees
Te invito a escuchar el audio que Carne Cruda publicó el pasado año defendiendo el pago de los impuestos: