El gobierno de la Ciudad de México aprobó en 2009 el matrimonio entre personas del mismo sexo. Pero, desde mucho antes, el sacerdote Jorge Gabriel Sosa Morato ya celebraba en su capilla bodas entre homosexuales. La trayectoria de este personaje –cuyo camino pasó desde un colegio de los hermanos maristas hasta la fundación de su propia Iglesia, pasando por un seminario del Opus Dei– ha sido reflejada en un documental por la joven cineasta Araceli Santana.
La vida de Jorge Sosa, fundador de la Iglesia de la Reconciliación, sirve de excusa en el film para reflejar la homofobia de la sociedad mexicana y la fuerte influencia de la tradición católica que la provoca. “Mi objetivo era hablar de la problemática que viven las personas que tienen una preferencia sexual, que hasta ahora se calificaba como diferente, y analizar de dónde viene la homofobia en México, para desmitificarla y abogar por la reconciliación social”, explicó la directora de la película, que fue estrenada el año pasado en nuestro país en el marco del festival de cine MiradasDoc.
Cucarachas y resurrecciones
Cuando se aprobó en España la ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo, un periodista del diario mexicano Reforma pidió al el cardenal Javier Lozano Barragán su opinión al respecto. Lozano, que por aquel entonces era ministro de Salud del Vaticano respondió que “hasta a las cucarachas les dan ya rango de familia porque viven bajo el mismo techo”.
Unos días después, al ser preguntado por estas declaraciones, Jorge Sosa dijo que estaba de acuerdo “porque las cucarachas son animales que con el tiempo han sabido evolucionar y que, además, no son minoría, cuando tú ves una cucaracha quiere decir que en algún sitio hay muchas más escondidas”, recordó Araceli Santana.
“Eso nos dio el punto de partida para que la imagen del documental fuera una cruz iluminada, formada por cucarachas, como en una especie de resurrección hacia algo nuevo”. Fue así como surgió el título del film, Blattángelus, con una construcción entre las palabras blata (cucaracha en latín) y Ángelus.
Religión de vanguardia
El largometraje acompañó durante tres años a Jorge Sosa –fallecido en noviembre de 2009–, para mostrar su actividad eclesial y divulgativa. El argumento recorre el proceso personal del sacerdote que, educado en el catolicismo tradicional, evoluciona hasta fundar una nueva Iglesia, “una religión de vanguardia, que no sólo acepta a la comunidad homosexual, sino que acepta a cualquiera que quiera acercarse”, según Araceli Santana. “Esta transición del personaje me pareció muy interesante porque hablaba de un desarrollo personal como el que muchos atravesamos en todos los ámbitos”.
Antes de fundar la Iglesia de la Reconciliación, Sosa también pasó por la sede de la Metropolitan Community Church en México, una Iglesia protestante fundada en Los Ángeles que se caracteriza por ser inclusiva con el colectivo homosexual pero, aún así, el sacerdote sintió la necesidad de “refundarla y la independizó porque cree que todavía esa Iglesia aún tiene muchas cosas que promueven la homofobia”.
Tal y como la describe Araceli Santana, la comunidad fundada por Jorge Sosa, “no es una Iglesia que pretenda cambiarte sino que te anima a formarte, a protegerte, a ser responsable, no es una Iglesia paternalista que te invita a absolver tus pecados con tres padresnuestros y dos avemarías, sino que te invita a que seas consciente y responsable de tus actos”.
Influencia y capacidad
“Jorge fue desde el principio muy receptivo, le encantó la idea de hacer el documental y se fue entusiasmando e involucrando cada vez más”, recordó la cineasta. “Nos fue enlazando con mucha gente, que me sirvió mucho para ver el impacto social que él tenía: con madres de personas homosexuales, grupos de Alcohólicos Anónimos, Neuróticos anónimos…”, las iniciativas de apoyo y solidaridad en la Iglesia de la Reconciliación, que actualmente sigue funcionando.
“Así pudimos captar de la mejor manera su influencia y las capacidades que tenía, porque era un hombre muy inteligente, muy congruente, con un dominio del lenguaje maravilloso y, además, era una persona muy querida”.
Una escena de la película capta cómo uno de los grupos de oración que se reúnen allí semanalmente trabajan sobre la “Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales”, enviada en 1986 por Joseph Ratzinger cuando estaba en la Congregación para la Doctrina de la fe. En ella se dan instrucciones a los obispos sobre cómo tratar pastoralmente la homosexualidad y, entre otras cosas, afirma que las relaciones entre personas del mismo sexo tienen “una incidencia directa sobre la concepción que la sociedad tiene acerca de la naturaleza y de los derechos de la familia, poniéndolos seriamente en peligro”.
El documental muestra cómo los miembros del grupo se sienten profundamente dolidos al leer el texto. “Pude captar las reacciones de enojo, de desesperación, de hartazgo”, recordó Araceli Santana. “Me sirvió para demostrar que en la Iglesia, tras el discurso aparentemente armónico de amor, paz y reconciliación, hay detrás otro discurso que es exactamente lo contrario, con minorías como los homosexuales u otras”.
En este sentido, Blattángelus ha causado una gran polémica en México –donde ya se ha mostrado en varios festivales– pero el público joven la ha recibido con entusiasmo “porque sienten que hay que romper con muchos esquemas, entre ellos la homofobia, como muchos otros temas que se consideran como prohibidos en el país”.
Por parte de la Iglesia Católica mexicana aún no ha habido una respuesta y, en este sentido, pero la cineasta espera que “si hay una reacción por parte de la Iglesia ante la película, no sea una reacción represiva sino una invitación al diálogo”.