No puede por menos Valmaseda de comunicarnos sus sentimientos ante tanto dolor como vive al convivir con los pueblos de América Latina; pero, como siempre, lo hace con gracia y con esperanza cristiana.
No puede por menos Valmaseda de comunicarnos sus sentimientos ante tanto dolor como vive al convivir con los pueblos de América Latina; pero, como siempre, lo hace con gracia y con esperanza cristiana.