Más ricos

Concretamente un 4% más ricos volvemos este septiembre a reincorporarnos al trabajo y la rutina. Sí, un 4%, aunque no te hayan subido el sueldo, ni Hacienda te haya devuelto nada (más bien lo contrario, vista la reforma que acaba de proponer), ni el banco se haya vuelto generoso, ni nos hayan dado una prima o una paga extra. No. Tan solo es que a comienzos del verano el INE modificó el cálculo del PIB y, de golpe y porrazo, nos hizo más ricos, pues -según ellos y la mayoría de los economistas- el PIB (Producto Interior Bruto) no es sino la valoración de todo lo que un país produce en un momento de tiempo determinado y si sube un 4% es que España es un 4% más rica y, por ende, los españoles somos un 4% más ricos.

Claro que esto del PIB es, como casi todos los indicadores estadísticos, algo engañoso y que puede manejarse de muchas maneras: una primera apreciación es que para que algo sea valorado como riqueza tiene que ser posible valorarlo en dinero, porque, por ejemplo, el trabajo de un ama de casa no produce -siempre según ellos- riqueza, al no ser pagado. Si se contrata a alguien externo para que haga ese mismo trabajo entonces sí es parte del PIB, pero si uno lo hace en su propia casa y no recibe remuneración por ello, entonces no es riqueza. Otra segunda apreciación es que el PIB, incluso el PIB per cápita (a cuanto tocamos si dividimos la riqueza total española, que en 2013 rondaba los 1’02 billones con “b” de euros entre los 47 millones de habitantes) es como lo del pollo: si somos dos personas y hay un pollo, cada uno tocamos a medio salvo que introduzcamos correctores de desigualdad. Las últimas apreciaciones de Caritas y Oxfam Intermon han demostrado que, aunque en teoría toquemos a 22.300€ por cabeza, hay por un lado ricos muy ricos mientras que en el otro plato de la balanza uno de cada cuatro españoles se encuentra en riesgo de pobreza, 1’7 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro y se producen más de 500 desahucios diarios.

Pero somos un 4% más ricos. No se nos olvide. Eso sí, somos un 4% más ricos porque, hasta ahora, en ese cálculo de la riqueza no entraban algunas actividades que, por magia estadística y arte de birlibirloque estocástico, ahora sí se tienen en cuenta. Y resulta que esas actividades que suponen tan solo unos 45.000 millones son, principalmente, el gasto en armamento militar (un aumento de entre el 1’2% y el 1’5% del PIB) o las actividades de prostitución y tráfico de drogas que elevarían la riqueza nacional entre un 1’5% y un 3% o, lo que es lo mismo, entre 15.938 y 31.877 millones de euros. Somos un 4% más ricos porque gastamos en armas (negocio legal y lucrativo, aunque feo), traficamos con drogas (ilegales, por otro lado, pero al menos se les reconoce su valor económico) y negociamos con sexo (la venta del propio cuerpo no es ilegal, la trata y el proxenetismo sí). Me suena a mí que este septiembre los que eran ricos muy ricos ahora lo son mucho más (pues, en algunos casos, directa o indirectamente, algo de su riqueza puede venir de estos nuevos componentes) y los demás seguiremos igual pero con un 4% de culpa estadística. Nuestro pasaporte indica que somos de un país cuya economía se nutre de negocios ilícitos o, cuando menos, nada éticos.

Llevo, como creo que la gran mayoría de mis lectores sabéis, muchos años dedicado a difundir, construir y plantear alternativas financieras que introducen criterios de justicia y equidad social en las relaciones económicas. El Gap y Fiare entre otras. Casi siempre, cuando explico los antecedentes de estas opciones, me remonto a mediados del siglo pasado, cuando los mormones empezaron a pensar que su dinero no podía financiar aquellas actividades que ellos consideraban pecado.
Curiosamente, las principales son el tráfico de armas, la comercialización de alcohol y el negocio del sexo. Así nacen las primeras iniciativas de lo que hoy llamamos Inversión Socialmente Responsable. Luego hay mucho más camino que recorrer, pues desde los criterios puramente negativos (“no invertir mis ahorros en….”) se pasó a los positivos (“mis ahorros deben favorecer…”), ambos de carácter moral, personal, de tranquilidad ética individual y, más tarde, los criterios activos o de transformación (“mis ahorros deben construir..”). Hoy parece que hemos retrocedido casi 80 años en la construcción de alternativas de justicia económica al permitir que seamos más ricos gracias a estas actividades. Lo único que me salva del pesimismo y hace que la sonrisa aflore en mi cara es que, mientras se calcula un nuevo PIB, también una nueva iniciativa ve por fin la luz en España. A mediados de septiembre, si todo va como se prevé, Fiare-Banca ética estará plenamente operativa, planteando con sus inversiones la creación de un mundo más justo, equitativo, limpio. ¡Ah! Y, además, dado que supone actividad económica, también sus actividades entraran a formar parte del PIB y, por tanto, a crear riqueza en España.

1 comentario en «Más ricos»

  1. Más ricos
    En México nos toca 10,700 dólares aprox PIB per cápita… con un 50% de la población con algún tipo de pobreza… con los salarios más bajos de América Latina… ah! ahora entiendo porque se está incrementando nuevamente la IED… caray!!! El increíble como somos capaces de innovar en productos y servicios para calentar la economía y elevar un indicador económico, pero no somos capaces de innovar en un indicador que mida el verdadero desarrollo de un pueblo para tomar las mejores decisiones y tener un mundo más justo, equitativo y solidario =(

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