Del 17 al 27 de noviembre ha estado en España María Vigil. Para quienes no sepan o recuerden, María está presente de forma recurrente en alandar y así se presentaba ella en una entrevista que la revista Utopía le hizo hace unos años:
“Soy una mujer. Nacida en Cuba. Me siento cubana, nicaragüense y latinoamericana. Vivo en Nicaragua desde hace 30 años. Soy periodista, pero creo que soy más que todo comunicadora: hablo y escribo. En Nicaragua me llaman a veces teóloga. Yo nunca estudié teología, pero desde siempre la búsqueda de Dios, la religión, la espiritualidad, me han interesado, hasta apasionado. Siempre me gustó esa frase en la carta de Pedro, que dice que tenemos que “dar razón de nuestra esperanza”. Para mí, la teología es eso: dar razón de la esperanza, y no sólo la del más allá, sino la del más acá”.

Un momento del encuentro. FOTO: PEPA MONLEÓN
Vino invitada por las Comunidades Cristianas Populares, que celebraban su XIX Encuentro estatal en Torrox, Málaga y en cuanto lo supimos, hace ya algunos meses, diferentes colectivos quisimos tenerla con nosotros para escucharla y conversar. Así se le organizó un recorrido por La Coruña, Madrid, Zaragoza, Valencia, Murcia… y Torrox.
En Madrid el encuentro duró más de tres horas y estuvo organizado por alandar, Católicas por el Derecho a Decidir y el colectivo Brujas Migrantes junto con la comunidad de Santo Tomás que apoyó con los locales e infraestructuras. En un primer momento se encontró con mujeres latinoamericanas migrantes y en un segundo momento con gente de comunidades de base, entre ellas de Santo Tomas de Aquino y Guadalupe, algunas y algunos prefirieron compartir ambos espacios.
En Madrid María estuvo acompañada por sus hermanos, José Ignacio y Nivio, con los que trabaja de forma conjunta en muchas de sus obras por lo que, en algunos momentos, el encuentro adquirió un tono eminentemente “familiar”.
Desde Católicas por el Derecho a decidir y Brujas Migrantes se había propuesto a María el tema “Despenalización del aborto, despenalización de las conciencias”. El abordaje del tema por su parte estuvo transitado por numerosas experiencias de su trabajo con mujeres, narradas en clave de miedos, censura, prohibiciones y castigo terrenal y divino así como escucha, respeto, misterio y liberación.
María relató cómo la despenalización del aborto en las diferentes sociedades en que se ha ido logrando no significa que las mujeres dejen de sufrir… hasta que comprendió que la despenalización jurídica no libera si no va acompañada de la despenalización de las conciencias. Si esto no se produce, la culpa les acompaña de por vida.
Y para despenalizar las conciencias en países como los de América latina y los nuestros europeos de raíces cristianas, el papel de la Iglesia y la imagen de Dios que proyecte es importante por la referencia que constituye para gran parte de la población y, más concretamente, para las mujeres.
Las mujeres presentes en el “conversatorio” (así lo habían titulado) entraron con libertad a compartir también sus experiencias, las paraguayas y de otras nacionalidades, en una valoración posterior del encuentro indicaron que fue un impacto total escuchar a María, ya que ellas vienen de una religiosidad conservadora y sus narraciones, sustentadas en el Dios varón, se encontraron con un mensaje sanador, liberador y no culpabilizador, no solamente en el tema del aborto sino en la totalidad del mensaje que María transmitía.
Explican que se sentían engañadas por una Iglesia que ha mantenido y, en gran parte, sigue manteniendo un mensaje de culpa y castigo y sus vidas necesitan de ese Dios de amor incondicional que sana y libera los corazones y las vidas alteradas y vulnerables. Mujeres ateas allí presentes agradecieron el mensaje de María porque les reconciliaba con la comunidad eclesial: “Nos ayudó a quitar la mochila de piedras pesadas de la espalda”, “nos ayudó a despojarnos de sentimientos de culpa”, “a enterrar fantasmas de culpa del pasado”. Les impactó y agradecieron a María su capacidad de escucha, desmontando paradigmas sin juzgar y la imagen que transmitía de un Dios padremadre que no es castigador sino misericordioso y restablece la dignidad; percibieron una invitación a releer el Evangelio, experimentaron un efecto terapéutico y liberador.
En el segundo momento del encuentro en Madrid y en algunas de las charlas de las otras ciudades, María abordó la última obra que ha escrito junto con su hermano José Ignacio y que, como Un tal Jesús (1982) nace con vocación de radio: “diálogos” grabados entre María Magdalena y San Pablo, tomados ambos como referencias que encarnan, respectivamente, la ética y la moral, la experiencia directa de Jesús y el encuentro con él a través de otros.
María y José Ignacio leyeron algunos de los diálogos del libro evidenciando algo que hace algún tiempo, con motivo de la publicación en 2008 de Otro Dios es posible (Cien entrevistas con Jesucristo en su segunda venida a la tierra), escribió el obispo Pedro Casaldáliga:
“Hay teólogos que responden a preguntas que nadie hace y hay otros que intentan responder a las preguntas que hacemos todos. Estas entrevistas con Jesucristo son una gran respuesta a inquietudes, decepciones y también esperanzas, abordadas con humor, realismo y libertad adulta. Imagino que no faltarán los que se rasguen las vestiduras. Pero ustedes están haciendo un bello servicio al Reino de Dios y a su propagador máximo, Jesús de Nazaret”.
El nuevo trabajo de María y José Ignacio López Vigil sigue dando razón de la esperanza y aportando motivos para la reflexión y el diálogo sobre aspectos importantes de la construcción del Reino y su formato de diálogos radiofónicos podrá ser una experiencia compartida en el proyecto de alandar radio.