
Hace cinco meses que recibí una de esas noticias que uno nunca se imagina que va a recibir. Esas cosas que una no espera ni por lo más remoto y que revuelven, remueven, trastocan… Hace cinco meses falleció el H. Miquel Martínez, «Maine». Un joven hermano marista con el que tuve la suerte de compartir muchos momentos buenos (alguno malo también), con el que tuve la suerte de trabajar y del que aprendí mucho, muchísimo.
Y, lo mejor de todo es que, estas mismas palabras las podrían decir cientos de personas que le tuvieron de compañero y amigo, como profesor, como monitor, como miembro del equipo de pastoral, como tantas cosas. Maine era la viva imagen del Evangelio y de los valores de Jesús hechos realidad y vida cotidiana. Estaba claro a su lado que, la mejor manera de evangelizar es la sonrisa. Y alguien así no puede más que ganarse cariño a raudales de la gente que le rodea.
Ya han pasado cinco meses y la noticia todavía me descoloca. Quizá porque normalmente no le veía más que una o dos veces al año. En Pascua, en algún evento… quizá porque no me ha dado tiempo a echarle en falta de verdad. Pero quería tenerle presente en este pequeño blog y recoger una de las fotos que más me han gustado del grupo en Facebook que sus amigos y compañeros le dedicaron. Una carretera en Estados Unidos, un cartel de bienvenida y un mensaje claro: «Maine, la manera en que debería ser la vida». Gracias por ponerlo en práctica.
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