El encuentro bianual de Redes Cristianas dio cita a creyentes sensibles y comprometidos con los problemas y dispuestos a trabajar juntos para hacer frente a los desafíos planteados en la sociedad y en la Iglesia. Después de las asambleas convocadas los últimos años en Madrid, Jerez, Bilbao y Santiago de Compostela, los días 10 y 11 de octubre Redes Cristianas ha celebrado su V Asamblea General, de nuevo, en Madrid.
Al coincidir con el 50 aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, con lo que éste supuso de aliento para el cambio en la Iglesia, se han intentado recoger dos apuestas claves del mismo. Por un lado, la apertura a los grandes problemas que afectan a las mujeres y los hombres de hoy en día y al planeta que habitamos. Por otro, la necesidad de articular y establecer una base social amplia entre colectivos —creyentes o no, nacionales y transnacionales— sensibles y comprometidos con los problemas y dispuestos a trabajar juntos para hacer frente a los desafíos planteados en la sociedad y en la Iglesia.
El lema elegido para esta asamblea, “Junt@s para cambiar”, refleja el espíritu que, desde el primer momento, se quería que acompañara los encuentros y talleres de la misma junto con los diez retos que los diferentes colectivos consensuaron para ser trabajados en los talleres como línea programática.
Ya desde el inicio, en la sesión inaugural, se pudo ver que los cambios habidos en la Iglesia a partir de la elección de Francisco como sucesor de Pedro y en la sociedad civil de nuestro país a partir de las elecciones locales y autonómicas del 24 de mayo, tenían una expresión significativa con la presencia de José Luis Segovia, vicario episcopal de Pastoral Social e Innovación que acudía en nombre de Carlos Osoro, obispo de Madrid, que se encontraba en Roma con motivo del Sínodo sobre la Familia. También acudió de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, así como de Carlos Sánchez Mato, concejal de Economía y Hacienda del mismo ayuntamiento.
Por primera vez en una asamblea de Redes Cristianas se contaba con una representación de este tipo, lo que alegraba como ciudadanos y miembros de la Iglesia a los y las participantes, en una interpretación de que lo que la asamblea iba a tratar tiene eco en las preocupaciones de los máximos responsables de la comunidad cristiana y de la ciudadanía.[quote_right]Desde el inicio se pudoieron ver los cambios en la Iglesia a partir de la elección de Francisco como sucesor de Pedro[/quote_right]
Los contenidos de los talleres que, a partir de los retos, fueron expresados y trabajados pueden encontrarse en la página de Redes Cristianas, así como el programa y las actividades que se realizaron: presentación de los colectivos, desarrollo de los talleres, acto público de denuncia y anuncio, rendición de cuentas y evaluación de los dos años transcurridos desde la última asamblea, perspectivas para el futuro, elección de la nueva Coordinadora y la celebración final de la eucaristía y lectura del manifiesto final.
A lo largo del encuentro, especialmente en la celebración de la eucaristía la tarde del domingo, el grupo Anawim articuló y acompañó con música y palabra las diferentes intervenciones.
La celebración eucarística tuvo diferentes momentos simbólicos, cantos, oraciones y lecturas y expresiones ecuménicas como la participación de la comunidad Bahá’í. Esta celebración suele ser un momento de culminación del encuentro y del trabajo compartido y experiencia que permite relajar el esfuerzo intelectual para adentrarnos en el mundo de lo simbólico y de la confianza en que la lucha no depende de nosotros sino de sabernos acompañados por el Señor Jesús si nuestro camino es su camino de justicia, verdad y vida abundante para todas y todos.
Valoraciones y sugerencias
La asamblea ha supuesto, como en las ediciones anteriores, una oportunidad de reencuentro no solo de los colectivos como tales sino de las personas que los constituyen, lo que es muy gratificante porque los lazos y compromisos se refuerzan. Desde aquí nos gustaría también aportar valoraciones y sugerencias, de cara al futuro, sobre algunos aspectos que pueden ser debatidos.[quote_left]La lucha no depende de nosotros sino de sabernos acompañados por Jesús[/quote_left]
Se podría solicitar alguna palabra de aliento y perspectiva a las personas representativas invitadas que nos acompañen en la inauguración (cuando, como en este caso, nos acompañen) a fin de escucharles de la misma manera que ellos van a escuchar a continuación a los colectivos presentes. ¿Tal vez se podría pensar en incorporar una ponencia marco por parte de algún/a ponente con especial vinculación al lema, que acompañe la asamblea?
La presentación de los colectivos debería superar un cierto aire de fiesta de colegio, entrar más de lleno en alguna línea de trabajo desarrollada y expresar de forma significativa su carisma y compromisos.
Los talleres suponen bastante trabajo para quienes los preparan y es lógico que quieran comunicar este esfuerzo. Sin embargo, en ocasiones, se trata de ponencias expositivas por parte de quien los coordina más que propiamente talleres que -como su nombre indica- deben tener una metodología participativa que dé voz a los que se apuntan a ellos. Muy adecuada sigue siendo la duplicación de los talleres, que permite a los asistentes participar, al menos, en dos.
El acto público es muy adecuado y, como en asambleas anteriores, también lo son el lugar (en este caso, la plaza de Felipe II en Goya) y el contenido (denuncia del TTIP y de las políticas neoliberales que empobrecen y aumentan la distancia entre ricos y pobres y para defender públicamente la acogida y solidaridad con las personas desplazadas y refugiadas).
[quote_right]El número de participantes ha sido de 150 personas, significativamente menor que en asambleas anteriores[/quote_right]
El equilibrio de los tiempos entre unas actividades y otras debe mejorar. En esta ocasión se percibieron algunos tiempos muertos que siempre permiten, es verdad, los encuentros personales y entre colectivos, pero esto ha de preverse y cuidarse.
La preparación de la asamblea conlleva mucho esfuerzo, la presencia de los y las participantes en ella supone reorganización de las vidas personales y familiares y el tiempo a ella dedicado debería dotarse del máximo de contenido… porque no volvemos a encontrarnos a ese nivel hasta dentro de dos años.
El número de participantes ha sido de 150 personas, significativamente menor que en asambleas anteriores. Este tema del número en nuestros grupos, colectivos, parroquias y comunidades suele ser recurrente: basculamos entre darle importancia o relativizarlo. Seguramente hay diferentes explicaciones, los análisis son varios y de diferente índole, aquí solo lo constatamos.
Seguir caminando
Así, casi en un vuelo -como esta crónica- transcurrió los días 10 y 11 de octubre la V Asamblea de Redes Cristianas. Terminó con planes para el futuro y con nueva coordinadora en la que, a partir de ahora, también se reincorpora alandar tras unos años de ausencia. Nos encontraremos, en 2017, el dónde ya se decidirá. Entretanto, seguimos en este camino porque, desde nuestra fe en Jesús de Nazaret y como ciudadanos y ciudadanas conscientes, creemos que juntas y juntos es posible cambiar tanto como la sociedad y la Iglesia demandan en favor de las personas que menos tienen, las excluidas y descartadas.
Y porque, como nos recuerda el obispo y profeta Pedro Casaldáliga: “Es tarde, pero es nuestra hora. Es tarde, pero es madrugada si insistimos un poco”.
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