Todos los días, trabajadores y las trabajadoras del sector electrónico en todo el mundo se enfrentan a largas jornadas y peligrosas condiciones laborales para producir los equipos y aparatos que han mejorado nuestras vidas de modos tan distintos. Están expuestos a peligrosos productos químicos y no ganan lo suficiente para vivir una vida digna.
Pero instituciones públicas como las universidades pueden provocar el cambio. Debido a su gran poder de compra, mediante la inclusión de criterios
sociales en los procesos de adquisición de ordenadores pueden contribuir a
reducir la pobreza y mejorar las condiciones laborales en los países
productores.
Pincha aquí para firmar la petición instando a las universidades europeas y escuelas politécnicas a que incluyan criterios sociales en sus procesos de
contratación y a que aprueben una resolución de las universidades para
garantizar la responsabilidad social en la adquisición de ordenadores.