Son mujeres, musulmanas y feministas. Aunque a algunos les pueda sonar raro. Tratan de dar la vuelta a la tradicional interpretación, machista y patriarcal, del Corán y demás textos relativos al Islam, además de diferenciar lo que proviene del Islam de lo que es más bien herencia de tradiciones que en muchos casos son anteriores a la religión islámica. Ya abordan también qué significa ser feminista y de qué manera en espacios de tradición musulmana.
Para debatir sobre esto, con unos objetivos similares pero desde la pluralidad, se viene celebrando en el Estado español desde hace varios años el Congreso Internacional de Feminismo Islámico, organizado por Junta Islámica Catalana y la Unión de Mujeres Musulmanas de España, cuya última edición, la cuarta, tuvo lugar en Madrid el pasado octubre. Las tres anteriores se habían celebrado en Barcelona con gran éxito.
En voz alta
En este congreso, en el que participaron alrededor de medio millar de personas de una veintena de países, mujeres y hombres, musulmanes y no musulmanes, se habla, se reflexiona, se debate, se intercambian experiencias. Y es ante todo un lugar en el que ellas, las mujeres musulmanas, en voz alta, con decisión, abordaron el reto de trabajar en todo lo referente a la reinterpretación del Corán y de la Sharía desde un plano de igualdad, haciendo hincapié en los retos y las maneras concretas de actuar en los diferentes contextos de realidades de tradición musulmana, y no una copia, occidentalización o colonización. Caminando desde un lugar y un tiempo determinados, resaltaron varias de las protagonistas, con las mujeres religiosas y no religiosas cogidas de la mano.
En estos encuentros se analizan tanto la situación presente como las perspectivas y el camino de este movimiento, mostrando una realidad que va más allá de los estereotipos; también se hacen saltar por los aires tanto las actitudes de los extremismos de la rama más conservadora de esa religión como los prejuicios de quienes son arrastrados por una islamofobia ciega no exenta de xenofobia.
A este respecto, la presidenta de la Unión de Mujeres Musulmanas de España, Laure Rodríguez Quiroga, se quejaba de la visión que del Islam ofrecen los medios de comunicación, que es mayoritariamente negativa y considera plagada de estereotipos, e insistía en la no incompatibilidad de Islam y Feminismo. Pero ¿qué es el feminismo islámico? “Es una reforma hecha desde el interior, en nombre del Islam y de la modernidad. Una etapa necesaria e inevitable, la forma más aceptable políticamente de apropiarse del feminismo, incluso si en un primer momento se trata más bien de conquistas para la equidad más que para una verdadera igualdad de sexos”, explicaba el sociólogo marroquí Abdesamad Dialmy, profesor de la Universidad de Rabat.
Reacción al contexto
En conexión con esto, la antropóloga iraní y experta en derecho islámico Ziba Mir Hosseini, exiliada en Inglaterra desde que su marido le negara el divorcio, subrayaba que “el feminismo es como el arte islámico, el arte es el arte pero es también producto de su contexto. Reaccionamos a nuestros propios contextos”. Y estos contextos son muy diferentes según los países y los continentes, lo que explica a su vez la gran diversidad existente dentro del feminismo islámico.
Así, entre las participaciones destacó la de Musawah, un movimiento por la igualdad radicado en Malasia y que forman mujeres y hombres que defienden que la igualdad dentro de la familia es posible y necesaria. Esta organización tiene sus raíces en la ONG Sisters in Islam y en su lucha para que las leyes asuman e incluyan la libertad y la dignidad que consideran defiende el Corán. En este sentido, abogan por cambios esenciales en los códigos de familia -el marco en el que más se ceban las leyes discriminatorias en los países islámicos- y luchan contra la utilización del Islam como instrumento de control y sometimiento.
La labor de este grupo de militantes por la igualdad se desarrolla además dentro de redes con movimientos y asociaciones de mujeres en otros países, como Egipto, Bahrain o Marruecos. Un trabajo con activistas y organizaciones independientes que fortalece la sociedad civil organizada, que es y será quien esté en la vanguardia de las estas transformaciones dentro del mundo islámico.
Especialmente relevante fue también la intervención de Lis Marcoes, activista indonesia por el empoderamiento de las mujeres y miembro de la Asia Foundation. Esta mujer presentó el trabajo local de las feministas en Aceh, provincia indonesia al norte de Sumatra, e hizo hincapié igualmente en la necesidad de trabajar sobre las leyes relacionadas con la familia en los países islámicos. En este aspecto destacó la importancia del trabajo de sensibilización y concienciación de los ulemas y de los jueces islámicos, de manera que ello pueda traducirse en nuevas leyes y nuevas aplicaciones de la ley.
Ejemplos todos estos de las luchas y de los caminos propios, no de la colonización ni imposición occidental desde una posición externa y extraña. Actitud bastante cercana también a lo expresado por Abdenur Prado, presidente de la Junta Islámica Catalana, que resumía así uno de los aspectos básicos de este trabajo. “Queremos validar el feminismo islámico como un discurso emergente y reforzarlo en los países musulmanes y en las minorías musulmanas de los países occidentales”.
Elaborado con información de:
? Webislam: http://www.webislam.com/
? Leila Nachawati -Periodismo Humano.
http://alianzas.periodismohumano.com/2010/10/25/en-el-iv-congreso-internacional-de-feminismo-islamico/
? La Croix – http://www.la-croix.com/
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