En el último mes ha resonado una frase imposible de ignorar: “Je suis Charlie”. El asesinato de una gran parte de la plantilla del semanario satírico francés Charlie Hebdo ha llenado los medios de comunicación y ha puesto en el centro de la actualidad el debate de los límites de la libertad de prensa y el humor. Lo intocable, lo sagrado, la blasfemia… conceptos sobre los que todo el mundo ha debatido, desde el papa Francisco hasta el último tuitero de la red.
“Yo estoy a favor de la libertad de expresión”, es una frase que mucha gente ha dicho. La cuestión es cuando después de sentenciar eso se añade: “pero…”. ¿Puede tener la libertad de expresión “peros”?
Difícil debate. Debate que ha estado en el corazón de las reuniones de alandar desde hace años y en el que nunca hemos llegado a un acuerdo. Los contenidos de humor que hemos publicado en la revista siempre han despertado polémicas entre nuestro público y también en el propio equipo. De hecho, prácticamente las únicas quejas que hemos recibido en los últimos años han sido por las viñetas y páginas en clave irónica. Ante la falta de acuerdo, la solución que adoptamos en la revista fue dar un paso atrás.
El humor gráfico, cuando es provocador, siempre escandaliza más que un texto sesudo, porque es más rápido y más directo en su forma de expresarse. Es más fácil leer una viñeta que una página de largas frases, por eso un dibujo puede, potencialmente, despertar más sentimientos que un texto, aunque éste diga barbaridades.
Es una cuestión controvertida, que va a lo profundo de las creencias y las relaciones humanas. Por eso, cuando ya han pasado varias semanas del atentado en París, hemos decidido dedicarle el tema de portada. Para ello, hemos invitado a algunos de nuestros viñetistas habituales a que realicen un dibujo. Rogelio Núñez “pARTido”, Nacho y Dani Farràs han afilado sus pinceles. Junto a ellos, nuestra nueva incorporación, Agustín de la Torre, que ya desde el número de enero nos regala sus viñetas; y también Nano, que ilustró uno de los folletos publicados recientemente por alandar. La petición partía, como siempre, de la total libertad de enfoque.
El resultado ha sido fantástico y sus dibujos son poderosas herramientas para el debate y la interiorización. ¿Qué habría pasado si hubiéramos visto que alguna de las viñetas cruzaba esa línea de lo respetuoso o de lo políticamente correcto? Es el riesgo que tiene la libertad, que es, al mismo tiempo, un don y una responsabilidad.
Junto a esa reflexión visual, también hemos querido desarrollar los distintos puntos clave del debate partiendo de nuestras propias dudas y confrontaciones en el seno del consejo de redacción de la revista. Ponemos de esta forma nuestro granito de arena, desde el enfoque particular de alandar, en este debate que no tiene fin y en el que cada persona pone sus límites. Nos queda, desde luego, la certeza de que por parte de Dios, que es necesariamente misericordioso, “todo está perdonado”.