El Bi-Dente

  • por

pag13_bestiario_web-2.jpgNombre científico: Visión religiosae. Nombre común: visión risión.

Descripción: En esta nueva edición del Bestiario les contamos la vida (sospechosa) y milagros (más sospechosos aún) de los visionarios y visionarias no oficiales (a los oficiales, que San Pedro se la dé y Rouco se la bendiga). No se deben confundir a estas visionarias con las visonarias (las beatas de abrigo de visón que solo ven lo que les dicta su párroco o, en su ausencia, Intereconomía) ni con la visión-aria (la que tuvo el dictador nazi). Tampoco conviene confundir a los visiones con los bisiontes (se aconseja diferenciar las peligrosas estampidas de estos de las peligrosas estampitas y timos asociados de los otros) ni con los bises que se ruegan a los cardenales tras sus homilías ni, por supuesto, con los bisex (no relacionados, en ningún sentido, con los anteriores). Siempre se dice que la visión acompaña a la aparición, aunque la existencia de esta última es poco clara, como esta introducción.

Vida: Las visiones, como las sectas, nacen espontáneamente en distintos lugares y en distintos momentos sin que se sepa el día ni la hora. Eso sí, una vez que aparecen, ya se fijan los días y las horas, para satisfacer a los peregrinos contribuyentes. A medida que crecen en fama requieren de amplios y lujosos santuarios. Primero piden una fuente, para el agua milagrosa (*) pero siempre acaban pidiendo el templo (que tiene que tener una nave especial). Una vez construido éste, se establece cómo se pueden colocar los creyentes (solo los contribuyentes). Los que no contribuyen o no se colocan debidamente, son expulsados.

Origen: la mayoría son marianas (aunque no rajoyanas, ya que el PPresidente regala pocas apariciones), pero también las hay marcianas. Eso sí, siempre son milenarianas y hablan de destrucción, pecado, fin del mundo y un futuro muy negro, como el que se presentaba en las tertulias de Telemadrid con el anterior Gobierno o como el que se emite con este debido a las huelgas. La felicidad no tiene mucho que ver con el sermón de la montaña, sino más bien con la montaña de sermones de su líder o lideresa y, por supuesto, con los diezmos.

Cría:
Generalmente nacen gracias a gente poco instruida pero bastante listilla y después se cultivan por los que hacen negocio económico o político-religioso. Éstos generalmente no hacen aparición, aunque sí publicitan la aparición.

Financiación: a cargo del creyente contribuyente y su familia, aunque las cuentas son siempre oscuras.

Desplazamientos: En un principio se mueven al margen de la ley y del desecho canónico. Hacen ruido o no según el interés económico-político-religioso-ególatra de sus promotores o de algún cara, obispo e incluso cardenal. Una vez establecidas ya lo único que mueven es dinero y autobuses cargados de peregrinos con billetes.

Cómo observar las visiones: conviene llevar unos prismáticos y un buen limpiador de lentes (para esnifar). También se puede pedir la intercesión de la maría (o de cualquier otro estupefaciente).

Dónde observar las visiones: Aún no se sabe dónde será la próxima, pero se aconeja seguir a conejitos blancos, que miren apurados relojes de bolsillo y lloren sangre. Esto último es muy importante para ser reconocido como auténtica aparición, aunque después tendrá que ser confirmada (2º sacramento) por un obispo (titular o axilar).

(*) El milagro es seguir vivo después de beberla

Entrevista a un bi-dente

Al solicitar una entrevista, estos personajillos visionarios ávidos de atención se lanzaron al micrófono de nuestro anciano reportero, que ya no está para estos trotes. Cuando supieron que trabajaba para alandar, solo quedó uno dispuesto a responder. Estamos muy agradecidos por la crónica que nos manda nuestro reportero desde el hospital (y mucho más por la Reforma Laboral, que nos permite obligarle a trabajar con dos costillas y un micrófono roto).

alandar: Buenos días Don Santiago. Gracias por concedernos esta entrevista (¡ay! me duele una costilla…).

D. Santiago: De nada hombre, es que me da un poco de pena que trabajes en una revistilla de tan poca monta. Si esto va bien lo mismo te cojo como jefe de prensa. Un año a prueba, pero sin cobrar, ¿eh?

a: Gracias hombre… quería preguntarle por la visión que anunció el mes pasado. Cuénteme cómo fue.

S: Pues mire, yo intenté fundar un nuevo mono-vimiento eclesial. Y no me iba mal la cosa, pero cuando lo presenté al Vaticano, me hicieron exigencias inadmisibles. Me pidieron que me lavara para poder entrar en su sede. Usted se puede creer, ¡qué barbaridad! Y me pidieron un diezmo de seguidores para Japón.

a: Ah, ya decía yo que me sonaba usted de algo… Y ya entiendo este olor… ¿Qué pasó después?

S: Pues nada, se corrió la voz entre mis seguidores y empezaron a evitarme como si fuera un apestado. Total, que me vine a vivir a esta cueva a alimentarme de frutas silvestres, agua de ese manantial y las setas que encuentro. Y entonces tuve una visión. Se me apareció Jesús Gil, muy contento por todo lo que había prosperado su legado.

a: ¿El Atleti?

S: No, la corrupción urbanística. Pero también le conté cómo va en la Liga y se alegró aún más. Luego se me volvió a aparecer la Virgen de Montserrat con el dragón de Sant Jordi apestando a azufre (el dragón, no la Moreneta). Y como tampoco la entendí, pensé que me vendría bien inventarme lo de que me había dado poderes para curar, a ver si venía alguien y poder hacer un negociete. Pero no escriba usted esto, ¿eh?

a: ¿Y qué tipo de gente cree que va a venir?

S: Gente muy sola, crédula, inocente o que se encuentre en un mal momento… Muchos serán de mis antiguos seguidores en el mono-vimiento así que espero que se me dé bien.

a: ¿Sabe que se acaba de anunciar en la antigua Yugoslavia una visión que contradice a la suya? Difieren en la fecha del apocalipsis y en el número de pasos que hay que dar de rodillas.

S: Eso será la gracia de Dios, que estará aburrido y nos quiere liar con las visiones o que, al ser un país más atrasado, llevan otras cuentas. Pero fíense de mí, que yo soy más honrado que los extranjeros.

a: Entonces espero que se cumpla su visión.

S: Sí, todos tenemos una visión en esta vida. La mía es ser visionero.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *