
Si preguntamos a alguien por la calle –especialmente en Barcelona– sobre “cristianos y política” en los últimos meses, es posible que salgan dos nombres: Lucía Caram y Teresa Forcades. Dos religiosas, ambas conocidas por el público de alandar desde hace años, que han saltado a la actualidad recientemente por su participación en movimientos sociales y políticos.
Ambas han recibido duras críticas por ello. Muchas personas cristianas participan en política en todos los partidos, pero la mayoría lo hacen de forma más o menos disimulada, sin hacer declaración explícita de su fe. Pero claro, un hábito no deja lugar a dudas, ni tampoco a la indiferencia.
Sor Lucía Caram lleva a sus espaldas una trayectoria de compromiso social, especialmente en el entorno de Manresa, con las personas en paro y en riesgo de exclusión. Su participación política no está ligada a ningún partido ni ella se ha presentado como candidata, pero ha realizado declaraciones críticas hacia el gobierno del PP como, por ejemplo, cuando pidió la dimisión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a raíz de sus declaraciones sobre un informe de Caritas. También se ha posicionado a favor del independentismo catalán en diversas ocasiones. Tanto por una postura como por la otra le han llovido las críticas.
«Molesta mucho, además, que seamos mujeres», señalaba Sor Lucía recientemente en La Vanguardia porque «a las monjas nunca les han dejado cumplir su mayoría de edad». Pero la religiosa dominica lo tiene claro: «No tenemos que pedir a nadie que nos dé la voz, el Evangelio nos da la voz».
Muy criticada ha sido también la trayectoria de Teresa Forcades, cuya voz crítica lleva oyéndose muchos años, especialmente desde que formó junto a Arcadi Oliveres en Cataluña la plataforma Procés Constituent. La capacidad de esta religiosa de Montserrat para dinamizar, crear análisis y formular propuestas se ha visto reflejada en numerosas ocasiones en las páginas de alandar. Desde el ámbito de la teología feminista hasta el de los movimientos sociales o la crítica a las políticas responsables de la crisis.
Uno de los libros más recientes de Teresa Forcades manifiesta, ya desde su título, una de sus principales motivaciones políticas: Por amor a la justicia. Publicado por Ediciones HOAC, se aproxima a la vida de dos mujeres que, desde la fe cristiana y la responsabilidad comunitaria, decidieron ponerse al servicio de los demás: Dorothy Day y Simone Weil. “¿Es posible separar la experiencia del Dios cristiano, la experiencia de Jesús, del compromiso social público por la justicia? La respuesta de Day y Weil es un rotundo no”, afirma Forcades. El texto recorre el camino en paralelo de estas dos activistas, una francesa y otra estadounidense, que trabajaron contra la exclusión e hicieron de su vida un verdadero don de Dios.

En otro libro publicado recientemente por Ediciones Dau, bajo el título Está en nuestras manos, Teresa Forcades hace una síntesis de su pensamiento social, económico y político. “El sistema, tal como funciona, nos conduce gradualmente a un aumento de la precariedad. Está en una vía de deterioro progresivo”, escribe la religiosa. Para ella, “el cambio no puede ser solo aparente. Tiene que ser un cambio de marco, del pacto social. Lo que es verdaderamente realista es cambiar este marco económico y político”. Esa firme convicción de que es necesario un cambio de sistema es lo que ha ido llevando a esta monja catalana a una implicación cada vez mayor, hasta su reciente exclaustración por tres años con motivo de su participación política.