Celebramos cuatro décadas de vida… y esperanza

Imagen de una entrega de Premios Alandar, en el salón de actos del Colegio Chaminade, en el año 1989.

La Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe (también conocida popularmente como Parroquia de los mexicanos) será el escenario de la celebración de los 40 años de Alandar. Esta celebración se unirá a la ceremonia de entrega de los Premios Alandar 2023 y, sobre todo, será una magnífica ocasión para el (re)encuentro de los socios y socias, lectores y lectoras y simpatizantes de esta revista que en sus cuatro décadas de vida siempre ha aspirado a avivar la llama de la esperanza de todas las personas que piensan que otra Iglesia y otro mundo son posibles.

La convocatoria es el miércoles 22 de noviembre, a las 19 horas, en la Calle Puerto Rico 1 de Madrid. El acto de celebración irá seguido de lo que en tiempos se denominaba ágape fraterno y más tarde pasó a denominarse, según el grado de esnobismo de la persona en uso de la palabra, pica-pica, picoteo, vino español o cóctel. Discusiones nominalistas aparte, tras los discursos y sorpresas de la ceremonia habrá un espacio para comentar la jugada y filosofar acerca de la belleza y miseria de los días -y, por supuesto, de la esperanza de días con más belleza y menos miseria- en torno a algo de comida y de bebida. Por si todas estas tentaciones no fueran suficientes para convenceros a acompañarnos en fecha tan celebrada, el acto de celebración estará animado por la música del grupo Ain Karem.

En cuanto a los Premios Alandar 2023, han sido dos y han recaído en la iniciativa Museo Situado y el Centre Delàs dEstudis per la Pau.

Según el acta de la reunión de la Junta Directiva en la que se otorgaron los galardones -en función de las propuestas recibidas de la base social y de las personas del Consejo de redacción-, el premio a Museo Situado, una iniciativa conjunta del Reina Sofía y de los colectivos sociales del madrileño barrio de Lavapiés, reconoce un “innovador proyecto de apertura de un centro cultural de importancia mundial a los colectivos ciudadanos del barrio de Lavapiés, con especial atención a los colectivos de personas migrantes y de solidaridad con las personas migrantes. Museo Situado supone un ejemplo de que las personas migrantes no solo tienen derecho a luchar por su supervivencia, sino también a la cultura y al ocio”.

Por su parte, al Centre Delàs dEstudis per la Pau, responsable de informes comoLos puertos de la muerte, cómplices de las exportaciones de armas españolas para la guerra oTransnacionales, belicismo y emergencia climática, se le reconoce “su contribución a la promoción de la paz, especialmente en un tiempo como el actual, en el que la guerra y el militarismo se presentan como el único método posible de resolución de los conflictos, y por su denuncia del militarismo como una componente más de la dinámica del capitalismo neoliberal”.

El Centre Delàs y Museo Situado no serán las únicas entidades o personas reconocidas en la celebración, pero no queremos desvelar aquí todos los numerosos atractivos de una ceremonia que quiere servir de acción de gracias y reconocimiento de una historia, pero también de afirmación del presente y proyección hacia el futuro. Como asociación, y más en una efeméride de cuatro décadas, también se reconocerá el apoyo y esfuerzo de personas y entidades porque el proyecto de la revista haya sido necesario y profético para nuestra sociedad. El Colegio Mayor Chaminade, como institución y la carismática Charo Mármol y el fiel Salvador Mendoza, serán investidos públicamente como asociados de honor.

Las personas que hacemos Alandar en el día a día, ya sea como participantes de su Junta Directiva o de su Consejo de Redacción, creemos que este proyecto sigue teniendo pleno sentido en estos tiempos turbulentos pero que la esperanza nos asegura que, como decía Silvio Rodríguez “son el pasado del cielo”.

Un cielo que tiene la forma de un mundo -y una Iglesia- más justo y más humano, más lleno de luz y de vida.

Autoría

  • Juan Ignacio Cortés

    He sido muchas cosas en la vida (hasta trabajé en una fábrica cuando el periodismo no me daba para vivir), pero sobre todo me considero alguien a quien le gusta escuchar y contar historias. Algunas de las historias que me contaron para que las contase las recogí en dos libros: "Historia del Brasil" y "Lobos con piel de cordero. Pederastia y crisis en la Iglesia Católica". Desde que en primera adolescencia (creo que voy por la tercera, aunque me estoy quitando) leí "Cien años de soledad" quise ser Gabriel García Márquez. Aunque por supuesto no lo he conseguido, por el camino conseguí viajar numerosas ocasiones a América Latina y algunas a África; escribir reportajes sobre Brasil, Ecuador, Cuba, Chad o Mozambique y trabajar para una organización de derechos humanos a la que respeto mucho y para las Naciones Unidas. En el campo de la cultura, fui parte del equipo político de la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha y del equipo de prensa del Círculo de Bellas Artes. Hablando de guerras y otras injusticias, soy de los que pienso que las cosas tienen que cambiar, aunque es difícil que lo hagan.

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