Frente a una economía que vulnera los derechos laborales, agrava la crisis ecológica y aumenta las desigualdades sociales y las de género, surge una alternativa al paradigma productivista basado en la producción, el emprendedurismo, la escasez y el consumo compulsivo: el Paradigma Consumista.
Ana Gamarra Rondinel.

Esta nueva manera de entender la economía surge de un movimiento social impulsado por la propia ciudadanía que aboga por un consumo ético, responsable y solidario donde lo que se consume se hace de manera racional, atendiendo a consideraciones medioambientales y de producción. Desde esta óptica, los bienes y servicios producidos están destinados a satisfacer las necesidades humanas, sin mercantilizarlas, a través de una producción justa y con pocos recursos. En este paradigma el protagonista es el consumidor y las cooperativas de consumo, el medio. Estas últimas entendidas como organizaciones sin ánimo de lucro, de consumo colectivo, donde los socios o dueños son los propios ciudadanos, aquellos que han decidido impulsar un proyecto y deciden qué cosas van a consumir y a qué tipo de organizaciones les van a comprar los productos. Garantizando así la demanda de todas las iniciativas que se pongan en marcha. Por lo tanto, en este paradigma la demanda (la necesidad, el consumo) es la que dirige la economía.
El paradigma consumerista y la Economía Social y Solidaria.
Es así como el consumo responsable, colectivo y político da paso a la construcción de una nueva economía: la Economía Social y Solidaria. Una economía cuyo eje principal es la vida humana y donde la actividad económica está subordinada a la provisión de bienes y servicios de manera sostenible para satisfacer nuestras verdaderas necesidades. Es, sin duda, una nueva forma de producir, de consumir y de distribuir cuyos principios son la equidad, el trabajo, la sostenibilidad ambiental, la cooperación, sin fines lucrativos y el compromiso con el entorno.
La Escuela del Activismo Económico.
La Escuela de Activismo Económico [1] es un espacio de colaboración, creatividad y acción que busca formar a la juventud universitaria (y al público en general) en la economía social y solidaria a través del método learning by doing (aprender haciendo). Consta de tres sesiones de formación donde se presenta la Escuela, el Paradigma Consumerista y las tres entidades de la economía social y solidaria que la conforman: 1La Osa[2], un supermercado cooperativo que fomenta el consumo de productos de proximidad, ecológicos y de calidad; Fiare Banca Ética[3], una banca cooperativa que garantiza una gestión democrática y un compromiso ético con la participación de las personas socias bajo el principio “una persona, un voto”; y el Mercado Social[4], una red de producción de bienes y servicios, distribución y consumo que funciona con criterios éticos, democráticos, equitativos, ecológicos y solidarios.
De esta
manera, la Escuela ofrece no sólo una formación diferente, centrada en el modelo
de la economía social y solidaria, sino también una alternativa distinta de
transformar las relaciones económicas.
[1] http://escueladeactivismoeconomico.org/
[2] https://cooperativalaosa.com/
[3] https://www.fiarebancaetica.coop/
[4] https://madrid.mercadosocial.net/
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