Como cada año la escasez llega con la estación de las lluvias a los países del Sahel, una de las zonas del planeta más expuestas al hambre. Cinco meses de hambre predecible y evitable que amenaza a más de 30 millones de personas. Mauritania, Mali, Burkina Faso, Níger y Chad entre los países más afectados donde la vulnerabilidad es crónica y se agrava por los conflictos y la violencia.
Una de cada dos personas vive en la pobreza en el Sahel. El cambio climático provoca sequías e inundaciones cada vez más intensas, frecuentes y menos predecibles que degradan el suelo, único recurso para una población que vive de la agricultura y ganadería de subsistencia. Esta situación significa que la población no puede sobrevivir en momentos de extrema precariedad porque ya arrastran enfermedades y desnutrición que los hace aún más vulnerables.