Ignoro si este mural sigue en la calle de Jesús y María, en el madrileño barrio de Lavapiés.
¿Qué hace ahí el orondo D. Alfredo exhibiendo un cartel que contradice sus películas? Es más que dudoso que su intención sea agradecer semejante (in)actividad. Desde luego él no pegó el autorretrato en la pared. Él fue elegido como contexto, tal vez como uno de sus astutos MacGuffins.
El agudo pegador o la aguda pegadora se podía haber limitado a colocar un cartel “Gracias por no pensar” pero, según todos los indicios, era muy consciente de que poca cosa es el texto sin contexto. Y menudos contextos eligió (además del propio barrio donde lo colgó).
Si se fijan bien, podrán leer más abajo del cartel “Grito de rabia”. Además, Hitchcock no sostiene un cartel, sino una claqueta, con la que está a punto de marcar el inicio de la acción, con un texto de no-acción. Como de vez en cuando la vida nos hace un regalo, alguien puso al lado (¿o ya estaba y D. Alfredo aparcó ahí por eso?) la convocatoria de una concentración para protestar contra las videocámaras-granhermano.
Si leemos el texto en el contexto, ¡qué gran pretexto!
Foto: Silvia Cuevas. Octubre 2009.
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