Manifestaciones y declaraciones por la paz en el norte de la RDC

253documentos4-2.jpgAlrededor de 200 mujeres vestidas de negro marcharon el sábado, 15 de noviembre, por la mañana por las calles del centro de la ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte (este de la República Democrática del Congo) para protestar contra el conflicto en curso durante meses. En señal de luto para denunciar algunos de los más graves incidentes de violencia ocurridos en los últimos días, desde de la matanza que ocurrió en Kiwanja, las mujeres caminaron de modo “pacífico y silencioso”, recorriendo las calles que conducen a la gobernación.

Las manifestantes llevaban carteles acusando al grupo rebelde de Laurent Nkunda de ser responsable de la violencia y de numerosas violaciones de derechos humanos.

La procesión terminó con una ceremonia de oración interreligiosa en memoria de las víctimas de la guerra.

La voz de la sociedad civil también se alzó en Kisangani, capital de la Provincia Oriental, que en un mensaje público pidió el fin de la guerra en el Este. En la nota se hizo referencia tanto a la situación de Kivu del Norte como a la zona de Dungu, donde desde hace semanas se reiniciaron ataques rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor (LRA).

Mientras tanto, las fuentes de MISNA en Goma relataron que la situación está en calma en la zona. «No hay informes de combates. Incluso el avance de los hombres de Nkunda en el norte (hacia Kanyabayonga) se está produciendo sin disparos ni heridos, porque los soldados regulares huyeron antes de la llegada de los rebeldes» dijo la fuente, explicando que mientras tanto se reanuda el movimiento a lo largo del eje que une Goma con Rutshuru, ciudad a unos 90 km al norte controlada por el CNDP de Nkunda y epicentro de los últimos días de combates.

En Rutshuru reina una calma tensa, con la población que depende ahora exclusivamente de la asistencia humanitaria ya que que las actividades en la ciudad están completamente paralizadas. Las escuelas, los mercados y la mayoría de las empresas permanecieron cerradas durante el fin de semana después de los saqueos a gran escala ocurridos durante los últimos días.

Los habitantes de la región no pueden llegar a los campos debido a la inseguridad que aún reina en toda la zona. Mientras tanto en el frente humanitario hay controversias entre las organizaciones humanitarias y las Naciones Unidas, por la decisión de la ONU de trasladar, a partir de la próxima semana, a unas 60.000 personas desplazadas desde el campo de la Kibati (en los suburbios al norte de Goma) a otra estructura en el eje que une Goma con Sake, al noroeste de la capital de Kivu del Norte.

Las principales preocupaciones se relacionan con el grado de seguridad en el nuevo destino, escenario en los últimos meses de otra campaña militar del CNDP, y por el hecho de que la mayoría de las personas desplazadas ya ha expresado su oposición a la iniciativa.

Por otra parte, la Iglesia congoleña a denunciado que la guerra que se está librando en Kivu está fomentada por bandas criminales y multinacionales mineras cuyo objetivo es separar la región para transformarla en un estado independiente o un enclave autónomo bajo la influencia de algunas potencias occidentales a través de Ruanda, Uganda, Angola y Nigeria.

“Nosotros, arzobispos y obispos, miembros de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo, reunidos en Kinshasa, en sesión extraordinaria del 10 al 13 de noviembre del 2008, afligidos y conmocionados por la tragedia humana en el este y noreste de la R. D. del Congo, lanzamos un grito de desesperación y protesta. En efecto, ha pasado apenas un mes de cuando nuestra Conferencia Episcopal Nacional del Congo, por medio de su presidente, hiciera una declaración sobre la reanudación de las hostilidades en el este y el noreste de la R. D. del Congo. A pesar de nuestros conmovidos gritos de ayuda dirigidos tanto a nuestros gobernantes como a la comunidad internacional, la situación en esta parte de nuestro país no hecho más que empeorar. Está alcanzando ya dimensiones insoportables, sumamente inquietantes y capaces de desestabilizar toda la región si no se toman precauciones. Como dicen las Escrituras, un clamor se ha oído en la R. D. del Congo, mucho llanto y lamento. Es Goma, Kiwanja, Dungu… Es la nación entera que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existe.

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