Atendiendo al momento que vivimos usted se refiere a menudo a la “Crítica de la Razón Cínica”. ¿Por qué lo hace?
El cinismo es una falsa conciencia ilustrada. En esta crisis global, las instituciones políticas y financieras, algunas de ellas carente de legitimidad democrática, han impuesto un “fascismo financiero”. Defienden la absoluta prioridad de satisfacer las demandas de los acreedores y para ello aplican políticas de austeridad antidemocráticas e insolidarias. Así han hecho, literalmente, cierta la afirmación del papa Francisco, quien asegura que “esta economía mata”. Cuando, en situaciones críticas como la actual, los ricos y poderosos quieren legitimar su conducta, por criminal e irresponsable que sea, acaban siempre no solo exculpándose a sí mismos sino, además, responsabilizando y culpando a los demás. Banqueros, ejecutivos, empresarios, políticos y élites varias pretenden legitimar sus escandalosos comportamientos, sus provocadoras ganancias y sueldos, con el sofisma de que eso “es lo mejor para todos”. Y llegan a culpar a los más débiles: inmigrantes, pensionistas, trabajadores del sector público y beneficiarios del “indeseable” Estado de bienestar de poner en peligro, con sus demandas y exigencias, el “bien común”.
Este contenido sólo está disponible para personas suscritas a alandar. Puedes acceder a él y al mismo tiempo ayudarnos a continuar ofreciendo contenidos como este convirtiéndote en una persona con suscripción a través de este enlace la página de suscripción.