Con el alma al Sol

Foto. Mª Luisa Toribio

Utilizo este blog por primera vez, no como bloguera alandariega y directora de la revista, sino como transmisora de las voces del Consejo de Redacción de alandar. El equipo que mes a mes prepara la revista está, como buena parte de nuestra sociedad, siguiendo con ilusión y alegría el movimiento social que ha hecho posible la #acampadasol y muchas otras acampadas de esperanza a lo largo de nuestra geografía.

Fue ya tema de conversación y debate en nuestra reunión mensual el pasado martes, cuando la cosa ya iba tomando fuerza y el movimiento del #15M empezaba a crecer. Siguieron los días y se fueron sucediendo los correos electrónicos, «deberíamos hacer algo con lo de Sol, ¿está alandar allí?, ¿no deberíamos estar?». La respuesta obvia es que sí: los que pueden en cuerpo, los que pueden en alma, los que pueden en twitter y facebook, estamos y apoyamos absolutamente las reivindicaciones que piden las asambleas de Democracia Real Ya. De hecho, muchos de esos temas y protestas ya habían aparecido en las páginas de alandar en los últimos meses para denunciar la precariedad laboral, las violaciones de derechos básicos como la vivienda, necesidad de reformar la política y salir del bipartidismo, buscar una laicidad real (¡y un #cristianismorealya!)

Estamos, y este asunto nos ha motivado para un rico compartir de vivencias en el Consejo. Así que, antes de salir rumbo a Sol de nuevo, os dejo los extractos de algunos de los mails de miembros del Consejo:

Habría que retomar la idea inicial de Democraciarealya: «no somos mercancía de los políticos y los mercados». Aunque las aspiraciones y peticiones sean variopintas, hay posibilidad de que una presión fuerte sirva para mejorar nuestros estándares democráticos. Y la gente está suficientemente convencida para quedarse si llueve, o para ir más si la prohiben.

Por supuesto, me parece muy positivo el movimiento y me adhiero totalmente al apoyo de alandar. Y creo que ya iba siendo hora y que está más que justificado, por las razones que todos conocemos. Pero también creo que lo que se reclama, al menos en el famoso decálogo «reformista» que circula por ahí, resulta algo contradictorio. Y pienso, sobre todo, que es peligroso jugar con lo de la democracia. Es cierto que el sistema que tenemos, y no sólo la ley electoral y los políticos acomodaticios, sino muchas más cosas, deja mucho que desear y que es manifiestamente mejorable. Pero de ahí a decir que en este país no hay democracia real hay mucho trecho.

A ver qué pasa con esto una vez terminadas las elecciones… No tengo muy claro que el movimiento permanezca sin diluirse, aunque vuelva a surgir en las del año que viene. Pero si logra arraigar y la situación de la gente no mejora, se puede provocar de verdad un gran cambio social. Y entonces habrá tiempo para mejores y más profundos análisis. Que es lo nuestro, dado que la actualidad, como dice Cristina, se nos escapa…

Eso sí, disfrutémoslo mientras dure.

¡Ay, si Labordeta levantara la cabeza! Yo estoy encantada.

Mi sensación es que YA ERA HORA. No hay mensajes nuevos, lo nuevo es que POR FIN hay movilización. Esa movilización que tanto hemos anhelado quienes llevamos muchos años ya de activismos varios. Se ve un movimiento diverso, pacífico, respetuoso y mayoritariamente joven.

El hilo conductor son las consecuencias sociales (amplias y diversas) de las políticas neoliberales y el alejamiento de la política de la ciudadanía. Habrá que ver cómo evoluciona, pero yo creo que puede aportar una idea global de despertar, de participación, de salir del conformismo, algo que nos empuje para avanzar desde la democracia de urna, meramente «representativa» (que ni siquiera nos representa), a una democracia participativa, la única vía para que desde la ciudadanía se pueda poner coto al poder de los mercados financieros, los especuladores y las multinacionales.

Desde luego es esperanzador.

En lo personal estoy entre emocionado y conmocionado. Desde el miércoles me he pasado por allí para comprobar que la spanish revolution no era un invento de los medios o de las redes sociales. Y he constatado que en la Puerta del Sol se ha juntado lo mejor de cada casa. Seguro que lxs que hayáis pasado por ese pedazo de sueño imposible, habéis tenido que frotaros los ojos, pellizcaros y decir en voz alta que no es un sueño, que está ocurriendo.

Ayer, en Sol la gente coreaba, como una sola voz: “¡Le llaman democracia y no lo es! Oe, oe, oe” y“¡Que no nos representan!”. Y cuando llegaron las 00.00 hrs del sábado, se hizo un silencio sepulcral, irreal y mágico entre las decenas de miles de personas que petábamos la plaza, mientras se levantaban las manos al cielo. Y luego de unos segundos, prorrumpimos en un grito liberador, un aplauso sanador de heridas profundas.

Han sido días de mucha alegría, emoción, recuerdos de otros momentos más tristes en los que mucha gente luchamos por causas que terminamos perdiendo. Algunas, es cierto, las ganamos. Las menos.

No sé en qué terminará. Sólo sé que podemos gritar a coro: ¡que nos quiten lo bailao!

Foto. Mª Luisa Toribio

El número de junio de alandar ya está prácticamente en imprenta, no podremos analizar este asunto. Y, además, la revista no se publica en julio y agosto, con lo que toda reflexión nos llegará ya con retraso respecto a la actualidad. Pero estamos y estaremos, por supuesto, después de las elecciones. Probablemente es una oportunidad para fortalecer nuestras redes sociales y nuestra web como vehículo de comunicación más allá de la revista en papel. ¿Nos acompañáis?

Autoría

  • Cristina Ruiz Fernández

    Periodista y comunicadora. Al poco tiempo de salir de la Facultad de Ciencias de la Información (UCM), comencé a colaborar con Alandar porque buscaban periodistas del ámbito de las comunidades de base. Por aquel entonces yo era la representante de mi comunidad en Encomún y así empezó esta historia que me llevó a entrar al Consejo de Redacción, y, casi diez años después, a dirigir la revista entre 2010 y 2016. Soy socia fundadora de Acerca Comunicación, agencia que ofrece servicios de prensa y comunicación on line y off line a iniciativas culturales y a entidades sin ánimo de lucro. Miembro de la Red Internacional de Mujeres Periodistas de Madrid, además escribo en otras publicaciones de información religiosa y soy autora de los libros Vidas tocadas por Taizé y Hasta que la muerte (del amor) nos separe.

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