Malasia “acoge” a entre 90.000 y 170.000 refugiados y solicitantes de asilo. Estas personasllegaron al buscando seguridad, pues huían de situaciones de tortura, persecución o conflicto armado en sus países.
Nos preocupa que, mientras están en Malasia, estas personas vulnerables sufran abusos y explotación a manos de agentes de contratación, empresarios, la policía y el Cuerpo de Voluntarios Populares. Cuando las detienen, las encierran tratándolas en la práctica como delincuentes.
Firma esta ciberacción, impulsada por Amnistía Internacional, para pedir al Ministro de Interior de Malasia que tome las medidas necesarias para tratar con humanidad a los migrantes.