El desclasificador
Nos descoloca mucho que Dios nos quiera “por defecto”, en vez de por concurso de méritos propios, pero esa es la anómala costumbre que a estas alturas Él es ya incapaz de remediar.
Nos descoloca mucho que Dios nos quiera “por defecto”, en vez de por concurso de méritos propios, pero esa es la anómala costumbre que a estas alturas Él es ya incapaz de remediar.
Utilizamos cookies, no muchas. Con el resto de páginas sabemos que no te importa. Acepta, por favor. Más información
Las opciones de cookie en la página de Alandar están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiencia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.