El premio Nobel de Literarura 2008, según la Academia de Estocolmo, es un “escritor de la aventura poética y del éxtasis sensual, explorador de la humanidad dentro y fuera de la civilización dominante”.
Quien no conozca a Le Clézio y quiera comprobar algunos de los argumentos esgrimidos para concederle tan importante galardón, puede abrir Onitsha e iniciar una lectura cautivadora que combina realidad –la vida de tres blancos en Onitsha, a orillas del río Níger- y la ficción en la que se sumerge uno de los protagonistas en busca de las huellas de Meroe, el último reino del Nilo.
Le Clézio traslada a su obra sus vastos conocimientos africanos: personas, creencias, pueblos y los traduce en descripciones repletas de belleza, diálogos suspendidos en el tiempo africano, distinto al europeo, que marcará para siempre la vida de los protagonistas.
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