El hombre mojado no teme la lluvia
Olga Rodríguez
Voces de Oriente Medio, editorial Debate, 2009.
Hay libros que te atrapan. Éste es uno de ellos. Son historias de mujeres y hombres que conforman la Historia, aunque luego no aparezcan en los libros.
Se ha metido en las entrañas de Oriente Medio y Próximo desde el compromiso periodístico (el periodismo es también un compromiso, no algo aséptico y deshumanizado), que la empuja no a cantar las grandes gestas sino a “contar lo que pasa” y, sobre todo, a contar lo que pasa y que al poder (a los poderes) no le gusta que se sepa. Ella describe, desmenuza, lo que sucede, lo que está ahí y que no vemos, que nos ocultan, que pasa desapercibido, que se obvia, que se deja de lado, en lo que no se profundiza. Pero que existe.
“Los protagonistas de este libro son hombres y mujeres que he ido conociendo en los estancias en Irak, Israel, los Territorios Ocupados Palestinos, Líbano, Siria y Afganistán. Sus historias no suelen estar en los grandes titulares de los periódicos, pero sin embargo ofrecen claves y detalles fundamentales para comprender cómo es y qué pasa en Oriente medio”.
La vida cotidiana, las historias de la gente y de los pueblos, sus situaciones, sus heridas, sus curaciones, sus sentimientos, sus razones y sus sinrazones, su camino, sus baches, sus logros (que los hay y no siempre son pequeños), sus luchas… y lo hace a través de un gran ejercicio de búsqueda, de escucha, de curiosidad, de investigación… y de empatía, que es la mejor de las maneras de acercarse al Otro, a los otros. “Este libro nació con ese propósito -asegura- contar sin juzgar, poner nombre, voz y rostro a la gente que normalmente es presentada tan solo como integrante de una gran masa a la que llamamos los árabes, los musulmanes o los judíos”.
Mil y una historias en un volumen que aporta mucha información y múltiples miradas, de un modo ameno y audaz. Sin pelos en la lengua, que a menudo es lo más difícil. “Con este libro -dice Olga Rodríguez – he querido acercarme a esa realidad global que nos permite conocer mejor no solo Oriente Medio sino también aquello que llamamos Occidente. Porque a través de los otros siempre podemos descubrir aspectos de nosotros mismos”. Después, que cada uno saque sus conclusiones.