El pasado 18 de diciembre se leyó en Madrid el manifiesto “Ser migrante es un derecho; la hospitalidad, un deber”. En él se denunció la criminalización que se está haciendo de los movimientos migratorios, los Centros de Internamiento de Extranjeros y las detenciones xenófobas, que concluyen en expulsiones sin garantías de protección. También se exigió un trato humano a los y las migrantes sin perjuicio de su raza o situación administrativa y medidas de reasentamiento que pongan a Europa en el mapa de la acogida solidaria y del respeto de los Derechos Humanos. Además, los y las firmantes se comprometieron a seguir acogiendo a las personas migrantes en nuestras organizaciones y hogares, independientemente de sus circunstancias y a seguir denunciando la legislación europea y estatal contrarias a la dignidad de las personas.
Evangelio, Justicia y Derechos Sociales, católicas/os de Madrid
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