La Oficina de Derechos Humanos del Vicariato Apostólico de Iquitos ha puesto en evidencia la grave contaminación en los ríos Marañón, Tigre y Corrientes. Los resultados muestran niveles “alarmantes” de contaminación del agua, hasta el punto de hacer que no sea “apta para el consumo humano” y señala que, desde hace años, se han estado denunciando “los constantes derrames de petróleo”. El Vicario Apostólico recuerda: “la responsabilidad por el ambiente es de todos. Estamos trabajando conjuntamente con las comunidades de las cuencas de estos ríos ofreciendo acompañamiento y asesoramiento por parte de la Iglesia. Toda esta realidad contaminante que presenta el Informe pone en grave riesgo la salud de nuestra gente”.
Agencia Fides
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