Lo escucharemos ya adentrada la Cuaresma: “Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”. Y quizá, cuando Juan escribió estas palabras en su evangelio, debió pensar que era necesario disipar todo tipo de dudas al respecto. Y…
Utilizamos cookies, no muchas. Con el resto de páginas sabemos que no te importa. Acepta, por favor. Más información
Las opciones de cookie en la página de Alandar están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiencia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.